Golf

Brian Harman, el Nadal del golf que ha ganado el Open Británico

El norteamericano levanta la Jarra de Clarete, su primer título grande, a los 36 años y después de siete sin ganar un trofeo. Rahm no pudo repetir su vuelta brutal del sábado y termina segundo

Brian Harman, con la Jarra de Clarete
Brian Harman, con la Jarra de ClareteAgencia AP

Brian Harman (Savannah, Georgia, 1987) es el típico al que sólo le paran por la calle los muy aficionados al golf. No es una superestrella de las que atrae a los grandes patrocinadores ni su palmarés (dos títulos del PGA, John Deere Classic y Well Fargo Championship, el último en 2017) es de los que asustan. Al menos hasta ahora, porque a los 36 años acaba de conseguir su primer trofeo grande, el Abierto Británico 2023 donde ha sido el gran dominador sin salirse ni un milímetro de su juego constante y seguro más que espectacular. Él mismo presumía el sábado de su regularidad, recordando que suma doce años consecutivos clasificándose para los playoffs de la FedEx Cup del circuito americano, y esa capacidad para estar siempre ahí le ha permitido ahora dar ese salto que le faltaba.

Lanzado por las dos magníficas vueltas de jueves y viernes, que le pusieron en la mañana del sábado como líder destacado con -10, no ha temblado el fin de semana, ni siquiera este domingo, cuando muchos esperaban que se liara ante la presión de McIlroy y Rahm que en algún momento de la última jornada estaban segundo y tercero al acecho. Hizo un bogey en el 2 y otro en el 5 y respondió inmediatamente con dos birdies en el 6 y el 7. Y algo parecido sucedió tras el bogey del 13, del que salió enlazando otros dos birdies en 14 y 15. Lo tenía en su bolsillo y no lo dejó escapar este cazador al que Rahm quería atrapar para levantar su primer The Open. "He sido cazador toda mi vida. Disfruto de la estrategia que supone la caza. Comemos mucha carne salvaje en mi casa, me lo paso bien cuando salgo a cazar", explicaba Harman, al que le preguntaron en The Royal Liverpool si peligraban las vacas y las ovejas de la zona en caso de que las cosas no le saliesen del todo bien. “Me imagino que las ovejas no saben tan bien como los pavos”, respondió en relación a lo que hizo cuando no pasó el corte en el último Masters: aprovechar el fin de semana y limpiar la cabeza cazando algunos pavos y jabalíes.

Harman es el Nadal del golf, no porque tenga 22 Gran Slams, pero sí porque es diestro en su vida diaria y zurdo para jugar el gol, lo mismo que el de Manacor con la raqueta. Usa los palos como si fuese zurdo y la razón hay que buscarla en su infancia y en el béisbol. "Cuando empecé a jugar a este deporte lanzaba la bola con la derecha pero bateaba con la izquierda", ha explicado en alguna ocasión.

El -1 con el que terminó en Royal Liverpool le bastó para levantar la Jarra de Clarete sin sobresaltos, aunque ni en un momento tan importante se salió de su carácter reservado y tranquilo. Cuentan en el circuito que saluda lo justo y que prefiere entrenar solo antes de unirse a otros jugadores. Tampoco regala las sonrisas y en el momento más feliz de su carrera deportiva no hizo mucho más que lanzar una bola al público, quitarse la gorra e ir directamente a firmar su tarjeta.

Jon Rahm, segundo empatado con -7

La lluvia le echó una mano, porque no eran las mejores condiciones para un ataque con todo de Jon Rahm, que volvió a firmar 70 golpes (-1), igual que el viernes, lo lógico después del -8 de locura del sábado y que no era fácil repetir ni acercarse al día siguiente. Terminó con un -7 que parecía imposible antes del fin de semana, aunque ya avisó de que podía pasar de todo y él buscaba darse la oportunidad de luchar en la jornada definitiva por el The Open, el torneo en el que quiere suceder a Seve Ballesteros, el único español que lo ha conseguido hasta ahora.