Fútbol

Cádiz-Sevilla (0-2): Mendilibar tiene baraka

El debut del técnico vasco con el Sevilla se salda con una providencial victoria en Cádiz que hunde al equipo amarillo

Jesus Joaquin Fernandez "Suso" of Sevilla FC in action during the spanish league, La Liga Santander, football match played between Cadiz CF and Sevilla FC at Nuevo Mirandilla stadium April 1, 2023, in Cadiz, Spain. Joaquin Corchero / Afp7 01/04/2023 ONLY FOR USE IN SPAIN
El Sevilla ganó al Cádiz en LaLIgaAFP7 vía Europa PressEuropa Press

Que nadie se deje cegar por el brillo del 0-2, por otro lado incontestable, que el Sevilla logró en el campo del Cádiz. El equipo del debutante José Luis Mendilibar dio un gran paso hacia la permanencia, de acuerdo, pero sigue estando muy enfermo. Sólo la extrema debilidad de los amarillos, cogidos con alfiler por la plaga de bajas que sufre el meritorio Sergio González, le evitó a los sevillistas el susto morrocotudo que habrían merecido entre sus dos goles, veintitantos minutos en los que se entregaron con denuedo al ejercicio del esperpento.

De Mendilibar, lo mejor que puede decirse ahora es que no es Sampaoli. Un halago por oposición. Prohibió el vizcaíno el peloteo entre centrales y portero, mandó a presionar cerca de David Gil y colocó a cada futbolista más o menos en su puesto. Un poco del sentido común que le falta al argentino, cuyos desvaríos son tan peligrosos como las maniobras de un mono con una ballesta. Eso le bastó al Sevilla para no pasar apuros, al menos para no pasarlos ante un rival tan cortito como el Cádiz, y el primer tiempo transcurrió sin llegadas claras, aunque con cierta sensación de dominio y atisbo de peligro en un par de cabezazos de Gudelj y En-Nesyri.

El partido, eso sí, hubo de descerrajarse con un fallo del portero local, que dejó muerto un despeje a la salida de un córner. Un obsequio para Ocampos, que fusiló el 0-1, momento en el que el Sevilla se echó atrás y se convirtió en una máquina de regalar ocasiones: cantada de Dmitrovic que deja pasar un balón cruzado que manda Fali al palo, intento de despeje de Badé de cabeza a ras de suelo y Navas salva in extremis ante Guardiola... un horror que contra cualquier otro rival habría degenerado en drama.

Cuando peor lo pasaban los sevillistas, se obró el milagro del fútbol directo, bellísimo, prodigiosamente eficaz. Balonazo de área a área de Badé, la nunca bien ponderada bondad del voleón orientado, sutil dejada de Bryan Gil y remate suavecito de En-Nesyri que se aloja en la red. La vuelta a la vida en tres toques. Quedaban veintitantos minutos, descuento incluido, pero la doble desventaja fue demasiado peso para el Cádiz, al que se le pasaron las ganas de seguir apretando e incluso pudieron los visitantes incrementar la cuenta con algunas contras. La próxima salida del Sevilla es a Old Trafford y ya está temblando el United; o más bien no.