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Dani Parejo: "Intento que Di Stéfano no se haya equivocado"

El mítico jugador del Real Madrid dijo de él que era el mejor canterano que tenía La Fábrica. Maduró en el Getafe y en el Valencia ha dado un paso más. El premio: la Roja

Dani Parejo, con la selección
Dani Parejo, con la selecciónlarazon

El mítico jugador del Real Madrid dijo de él que era el mejor canterano que tenía La Fábrica. Maduró en el Getafe y en el Valencia ha dado un paso más. El premio: la Roja.

Dani Parejo (Coslada, 29 años) ha pasado de todo en el Valencia. Hubo un tiempo en el que parecía el culpable de los males. Después, alrededor de su fútbol y con la llegada de Marcelino, el equipo del Turia ha recuperado su sitio y el centrocampista se ha ganado un puesto en la selección de Luis Enrique.

–Este curso ha costado ver al mejor Valencia...

–Es verdad que era un año ilusionante, bonito, un poco por todo: es el año del centenario, el año pasado quedamos cuartos y empezamos jugando Champions League... A principio de temporada no salió todo como mejor queríamos, pero creo que estamos en un momento decisivo y se está viendo al mejor Valencia del año.

–Con Marcelino sí se ha visto al mejor Parejo...

–Pues sí, el míster ha confiado mucho en mí, yo me he sentido importante, con mucha confianza; siempre he dicho que para mí Ernesto [Valverde] y Marcelino son los mejores entrenadores que he tenido, y creo que sí, que he estado a gusto y al final se refleja en el campo.

–¿Es Marcelino tan intenso como parece?

–Bueno, el míster es trabajador, es verdad que le gusta hacer las cosas bien, con mucha intensidad, y es un poco su forma de funcionar.

–Y antes, en el Valencia, las vio de todos los colores...

–Pues sí, es verdad. En estos últimos años ha habido muchas situaciones difíciles, duras, complicadas, por todo: por la venta del club, mucha inestabilidad, muchos cambios en todos los aspectos... No se han vivido años buenos, pero ahora es verdad que el año pasado y éste estamos mejor, y creo que hay que disfrutarlo.

–¿En lo personal se achaca algo?

–Estoy bien, feliz, estoy contento, me siento importante, y así me lo demuestran mis compañeros y el entrenador y al final eso es lo que se ve en el césped.

–Desde hace tiempo figura entre los jugadores que más balones recupera, aunque pudiera no parecerlo...

–Al final en el fútbol tienes que evolucionar, tienes que crecer, y era una faceta que no era demasiado mi fuerte. Tenía que trabajar sobre ella y a día de hoy creo que soy mejor futbolista.

–Pese a todo, en los momentos malos nunca dejó de pedir el balón...

–Bueno, yo soy un jugador con unas características así, y seré así siempre, es lo que me ha llegado a conseguir lo que estoy consiguiendo, por eso soy el que soy y no voy a cambiar. Si cambio no seré yo.

–Su forma de jugar casa con la idea de la selección.

–Sí, al míster le gusta tener la pelota, ir al ataque, ser protagonista... Y me identifico con este juego.

–Pero hay quien dice que España debe cambiar el estilo...

–Yo creo que el míster es el que tiene que decidirlo, y tiene las ideas muy claras. Eso es muy importante que sea así y pienso que por el tipo de futbolista y por las características del futbolista que viene aquí, España tiene que jugar a lo que juega.

–Se ha sacado la espina de ir con la selección absoluta...

–Estoy contento, es mi segunda vez. Yo creo que todos los días no se disfruta de venir con tu selección, de representar a tu país, de ponerte esta camiseta, y creo que son días en los que hay que disfrutar y trabajar y ayudar a los compañeros en todo lo posible.

–Y ahora, a venir todas las veces que se pueda, que no está fácil.

–Pues sí, al final venir aquí te lo da el trabajo del día a día en tu equipo; también tu trabajo aquí, por eso ahora hay que hacer las cosas bien, y luego, vivir el presente.

–Por su forma de jugar: ¿le duele más fallar un pase o una ocasión de gol?

–Bueno, duele todo, cuando no salen las cosas como te gustan o como quieres, te fastidia. Por mis características, a lo mejor me duele más fallar un pase fácil que una ocasión.

–¿Fue una espina no tener más minutos en el Madrid?

–Bueno, al final el fútbol... En la vida, ciertas circunstancias pasan. Yo volví al Madrid, jugué poco, era joven y lo que quería era jugar, divertirme, pasármelo bien, y si en el Madrid no podía ser, tenía que ser en otro sitio.

–¿Qué aprendió en sus años en La Fábrica?

–El Madrid te enseña unos valores, no sólo futbolísticos, también de tu vida personal. Estamos hablando de una de las mejores canteras del mundo.

–¿El halago que le dedicó Di Stéfano fue una losa?

–Al final a mí me ha venido bien para trabajar más, para creer en mí, para seguir haciendo mi juego, y, bueno... Es verdad que intento que no se haya equivocado y trato de seguir trabajando cada día para crecer más como futbolista.