Dia Mundial
La deportista olímpica que subió al podio tras ser diagnosticada de cáncer de mama: "Lo mantuve en secreto, lloraba en las duchas"
Grandes atletas de élite ha tenido que librar la batalla más dura de sus vidas y muchas de ellas lograron sumar a su palmarés el triunfo más valioso de su vidas. Novlene Williams-Mills nunca se rindió.
Cada 19 de octubre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una fecha establecida con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de la detección temprana de esta enfermedad y apoyar a las personas que la padecen. Esta enfermedad afecta a millones de mujeres en todo el mundo y el deporte, por desgracia no es ajeno a ello. Grandes atletas de élite ha tenido que librar la batalla más dura de sus vidas y muchas de ellas lograron sumar a su palmarés el triunfo ante esta dura enfermedad a la que se enfrentaron con determinación y coraje.
La historias de deportistas tan importantes como la tenista Martina Navratilova, la jugadora de baloncesto española Laura Grande, Chaunte Lowe -especialista en salto de altura-, la extriatleta Karen Newman, la ciclista Jen Hanks o la pionera del snowboard la femenino Kimmy Fasani se han convertido en fuente de valentía y determinación.
Pero, si hay una historia realmente inspiradora esa es la de Novlene Williams-Mills que compitió con el secreto de un diagnóstico fatal y logró subirse al podio en Londres 2012. Novlene Williams-Mills decidió transformar su miedo en su su mayor motivación. Quedó en el quinto lugar de los 400 metros, mientras que junto con su equipo logró colgarse el bronce en 400 metros por relevos. Sin embargo, pocos sabían que tras ese metal se escondía una tragedia personal que sólo conocían su esposo y su médico.
Un gran secreto bajo el foco olímpico
En el 2012 sus compañeras estaban listas para correr juntas ahora en los Juegos Olímpicos de Londres, pero en la cabeza de Novlene también rondaba algo más, el cáncer de mama que le había sido diagnosticado. Con el permiso de su médico pospuso cualquier intervención quirúrgica hasta después de la competencia, pues quería correr por si fuera la última vez. Novlene tenía 30 años y tuvo que ser sometida a una doble mastectomía, en total necesitó de cuatro operaciones para poder extirpar el tumor que también se había movido hacía su tórax.
Se colgó el bronce pero el camino no fue fácil. "Fue muy duro estar en Londres en los Juegos, cuando el resto del mundo no lo sabía. Desde el momento que tuviera que pisar la pista, sabía que todas iban a buscar esa medalla. ¿Yo? Yo estaba contando los días exactos que faltaban para mi cirugía. Era como un peso en mi espalda que no me podía quitar, sin que importara cuánto me esforzara por sacar esos pensamientos de mi cabeza para este par de carreras. Era algo que seguía pesándome cada vez que me paraba en la línea de salida", confesó en una entrevista para ESPN Magazine.
"Me quedaba en la ducha un rato más para poder llorar"
No dejaba de darle vueltas a la cabeza: en el hotel, camino al estadio, calentando, en la cámara de llamadas, en esos escasos cien pasos hasta la línea de salida, siempre la misma idea. El cáncer. "Lo peor fue estar en la Villa Olímpica, rodeada de compañeras de equipo y tratar de evitar que te vieran llorar. Era la capitana del equipo de Jamaica. No quería que las personas me preguntaran qué pasaba. Así que me quedaba un poco más de tiempo debajo de la ducha llorando, sollozando, porque pensaba "Bueno, está bien, me desahogo. Me desahogo de todas las emociones"", añadió.
Nada más colgarse la medalla cogió un vuelo directo a Atlanta y tres días después de los Juegos Olímpicos, me sometía a su primera cirugía. En noviembre de 2012 se sometió a su tercera operación, tras la que llegaría la cuarta en enero de 2013 para reconstruirle las mamas.
Pero tras meses de lucha, ganó la batalla que libró frente a frente con el cáncer y no solo lo venció sino que salió fortalecida algo que se tradujo en nuevos éxitos deportivos.
En el mundial de atletismo del 2015 en la final del relevo 4×400 Novlene sería la encargada de cerrar y tras una remontada en los últimos metros conseguiría con su equipo la medalla de oro. Su primer oro en 12 años de trayectoria. Un año después vendría una medalla de plata en Río para sumar 4 metales olímpicos.
Actualmente, a sus 42 años Novlene es una atleta retirada, mamá de gemelos -gracias a un tratamiento de fertilidad- pero sobre todo, una mujer que jamás cedió el testigo ante el cáncer.
Desde entonces, trata de concienciar a otras mujeres y su mensaje no puede ser más contundente: "Nadie puede decirle a una cómo luchar su propia batalla. Todo lo que puedo decir es que, cuando uno está por rendirse, hay que esforzarse un poco más. No va a ser sencillo. Vendrán días muy duros. Pero rendirse es fácil. Pelear cada día es más difícil. Tengo que ser la sobreviviente de mi propia batalla. Tengo que ser una sobreviviente del cáncer".
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