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F. C. Barcelona

El «show» de Dembélé

Dembélé marca ante el Tottenham / Foto: Reuters
Dembélé marca ante el Tottenham / Foto: Reuterslarazon

Dembélé es mucho más que un señor que se duerme y llega tarde de vez en cuando a algún entrenamiento. Es un futbolista enorme y lo demuestra en cada partido. Ni siquiera necesitó a Messi para poner al Barcelona por delante en una jugada que lo tuvo todo. La intensidad necesaria para robar la pelota a Walker-Peters en el centro del campo, la potencia necesaria para llegar al área en una carrera en la que se quitó a un adversario con un autopase largo que nadie fue capaz de perseguir y la pausa para recortar con la derecha y decidir con la izquierda. Porque, además de todo eso, el dominio de las dos piernas con la misma facilidad hace que el francés sea tan imprevisible dentro del campo como fuera.

El «11» del Barcelona aparecía por todas partes, bajaba al centro del campo a recibir, como si quisiera ocupar el lugar de Messi, que comenzó el encuentro en el banquillo. La reacción de Dembélé era lo más interesante que se podía esperar del Barcelona, que vivía el encuentro como parte de una rutina que había que hacer pasar cuanto antes.

Pero Dembélé no estaba solo. El Barcelona, en un partido completamente intrascendente para él, se sostenía con el francés delante y con Cillessen detrás. Los suplentes tuvieron su oportunidad –los canteranos Miranda y Aleñá se estrenaron en la Liga de Campeones– y el portero holandés ocupaba por un día el lugar de Ter Stegen. En la primera mitad ya detuvo un remate de Son que podía haber sido el empate. En la segunda fue Eriksen su víctima favorita. Pero no pudo evitar el gol de Lucas Moura en los minutos finales para el empate final.

El Tottenham se jugaba más. Su clasificación dependía de lo que hiciera en el Camp Nou. Y se esforzó por lograrla sin depender del Inter. Y podía haber conseguido la victoria si no hubiera estado Cillessen enfrente y si Kane hubiera estado más acertado. Su ocasión más clara la envió muy desviada ante la presión de Lenglet, que llegaba por detrás y no le permitió rematar con tranquilidad.

El Barcelona se guardaba a Piqué, a Jordi Alba, a Busquets y a Messi en el banquillo jnto a Valverde. Busi entró tras el descanso y Leo en la mitad del segundo tiempo, cuando el partido parecía encaminado para el Barcelona, aunque sólo fuera en el marcador.

El Barça concluye sin derrotas su primera fase y sin daños físicos en el último encuentro. Pero sobre todo con la sensación de que Dembélé es mucho más que una fuente de problemas y de que Cillessen ya está preparado para cuando Ter Stegen no esté.