Fuglsang se libera en Lieja

Jakob Fuglsang se ha liberado del fantasma de segundón en las clásicas. Le falta velocidad en el final para imponerse a los grandes especialistas, pero a pesar de ello había sido tercer en la Amstel Gold Race y segundo en la Flecha Valona. Allí, en el muro de Huy se soldó a la rueda de Alaphippe y le obligó a exprimirse hasta el final.

En la Lieja no quiso sorpresas. Ya ha demostrado que sus piernas están fuertes. Ganó la Vuelta a Andalucía y fue cuarto en la Vuelta al País Vasco después de la reclamación de Buchmann. Por eso se marchó en solitario en los últimos kilómetros. Quedaban trece para el final cuando abandonó la compañía de Davide Formolo y Michael Woods. Sólo podía frenarle ya una desgracia. Y a punto estuvo de caerse en una curva a falta de cuatro kilómetros. Pero aguantó hasta el final, con sus rivales ya demasiado lejos. Alaphilippe, el gran favorito, estaba lejos de la pelea.

Alejandro Valverde se había retirado a falta de 100 kilómetros para el final. "Me caí entrenando el jueves. Me hice daño en el sacro y hoy hemos tomado la salida pero no ha habido mejoría", decía después de la carrera. Pero Movistar no renunció. Metió a Varona y Anacona en la escapada. Y Mikel Landa, que necesitaba probarse para el Giro, llegó con los mejores. Fue séptimo, sin competir en el esprint del grupo. Un paso adelante del alavés.