Salud

Los cardiólogos alertan: así afecta a nuestro corazón asistir a un partido de fútbol

Un aficionado falleció este mes en el campo del Valladolid. Los expertos creen que el nerviosismo y el estrés, sobre todo de las derrotas, aumentan el riesgo cardiovascular

Aficionados españoles en el España-Suecia
Aficionados españoles en el España-SueciaRaúl CaroAgencia EFE

En los penaltis o en los últimos minutos, con una decisión negativa del árbitro o durante todo un partido importante, muchos aficionados y dirigentes del fútbol deciden dejar de mirar y marcharse a otro sitio, lejos del ruido y la tensión, a ver si su pulso se calma y si los nervios desaceleran. El fútbol se vive con tal grado de pasión e intensidad que genera respuestas peligrosas en el organismo. «El calendario futbolístico afecta en el aumento de las visitas al cardiólogo, aunque no de forma exagerada. Cuando se acercan la mayoría de eventos deportivos, no únicamente el fútbol, experimentamos un leve incremento en cuanto a la realización de revisiones», asegura el doctor Luis Segura, cardiólogo clínico e intervencionista de la clínica Creu Blanca, experto, además, en imagen cardíaca avanzada. «Hay gente que toma conciencia o han visto con el transcurso de los años que pueden sufrir problemas incluso estando de espectador por la carga de nerviosismo o estrés que generan los partidos», continúa. Y quieren evitar sustos en medio de un partido.

Fue Sergio Reguilón quien en un encuentro de la Premier vio cómo en la grada, cerca de su banda, ocurría algo extraño. Un aficionado se había desmayado y entre el aviso del futbolista y la rápida actuación de los médicos se pudo atender el infarto. Fue en campo del Newcastle y el instinto del jugador español fue clave. Se dio cuenta de la situación del espectador y avisó al colegiado para que detuviera el partido. Los futbolistas se fueron al vestuario mientras la persona que tenía problemas cardíacos fue atendida. Después el partido continuó y se supo que el hincha se mantenía estable. En el Valladolid-Mirandés de LaLiga SmartBank, de esta temporada, sin embargo, no dio tiempo. A un hombre le dio un infarto y aunque fue trasladado al hospital no se pudo salvar su vida.

El estrés es una respuesta del cuerpo y «forma parte de la vida de toda persona, pero si esta respuesta es excesiva puede llegar a sobrecargar distintos sistemas, como el cardiovascular, y generar más problemas que soluciones... tales como cardiopatía isquémica, ansiedad, depresión, etc.», asegura el Doctor Juan Enrique Puche, primer firmante del estudio del Hospital Universitario Puerta del Mar (Cádiz), según el cual se registra un menor número de eventos cardiovasculares (infarto y angina de pecho) en sujetos de alto riesgo cuando el Cádiz Club de Fútbol gana y mayor cuando pierde. Es el fútbol, pero son sobre todo las derrotas del propio equipo lo que rompe el corazón y no es una metáfora. «Durante las victorias hay alegrías. Esto conlleva la secreción de adrenalina, catecolaminas y endorfinas que influyen de forma positiva en nuestra salud. Estas hormonas a veces incluso vienen bien al corazón, ya que se siente felicidad», continúa el doctor Segura. Lo malo es cuando se pierde: «En cuanto a la derrotas, más que tristeza, las personas experimentan enfado. Esta situación provoca una liberación de catecolaminas que puede afectar de manera negativa a nuestro corazón. El corazón sufre dicho estrés tanto a nivel muscular como arterial. Someter al corazón a unos niveles mayores de estrés provoca generalmente un aumento de la presión arterial, lo que incrementa el riesgo de sufrir un ataque cardíaco».

Una opción, que nadie se plantea, sería dejar de ver el fútbol; la otra es verlo de otra manera, como si fuera cierto que no nos va la vida en ello. La Sociedad Española de Cardiología aconseja no beber, no fumar ni comer copiosamente antes de ver un partido. «En el momento de ver el fútbol, hay que tratar de estar lo más relajado posible. No es malo verlo con pasión, pero evitar exagerar», pide el doctor Segura. «Especialmente evitar esa adrenalina negativa, es decir, cuando uno mismo se autoimpone un estrés negativo. Esto empeora posiblemente más la afección de las arterias del corazón y, en un paciente susceptible y especialmente de mayor edad, puede provocarle un problema cardíaco».

«Si durante el partido uno siente ‘’que le va a dar algo’', debería dejar de verlo durante unos minutos y dar un paseo para despejarse. Respirar hondo y realizar ejercicios de relajación pueden ayudar a encontrar la calma», insiste la Sociedad Española de Cardiología. «Si nuestro equipo gana, no debemos dejarnos llevar por la euforia excesiva, ya que eso puede conllevar la realización de esfuerzos extraordinarios. Y si pierde, no hay que dejarse llevar por la tristeza. El optimismo siempre favorecerá la salud», asegura en otro de sus consejos.

Pero cualquiera lo lleva a cabo con tu equipo perdiendo...