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Fútbol

Ancelotti: "Nuestro deber era no regalar la Liga"

El entrenador del Real Madrid destaca el compromiso de sus futbolistas en la adversidad para evitar el alirón del Barcelona

Jacobo celebra el gol de la victoria del Real Madrid ante el Mallorca JESUS G. FERIAPHOTOGRAPHERS

Casi cuarenta veces (39) chutó el Real Madrid en el partido ante el Mallorca. Un ejercicio de fe que tuvo premio en el último minuto, con el gol de Jacobo Ramón, el central canterano, a pase de Jesús Vallejo, otro central que solo había jugado diez minutos este curso, y fue a finales de septiembre. Se empeñaron los blancos en alargar la Liga todo lo posible, evitar el alirón del Barcelona, y lo que parecía una noche tranquila, sin mucho en juego, se convirtió en una remontada a base de garra y orgullo. «Es impresionante, y en el minuto que ha sido. Es increíble, son los mejores del mundo y que te vengan a felicitar es lo máximo», decía Jacobo sobre su momento de gloria, cuando todos los cracks del equipo fueron a darle un abrazo.

El chaval, de 20 años, lleva en la cantera desde que era benjamín, ya fue titular en Copa del Rey en Butarque y sudó lo suyo. Ante el Mallorca, le ganó el primer pulso a Larin y Ancelotti salió del banquillo para felicitarlo desde lejos y darle toda la confianza. No era fácil para él tener delante al canadiense y a Muriqi, dos pesos pesados que además se las saben todas. A partir de ahí, todo lo hizo bien Jacobo, primero con Asencio al lado y después con Vallejo, con el que se asoció para ganar el partido. Dos protagonistas que nadie podía esperar.

Era el primer partido en el Bernabéu después de que Brasil anunciara a Ancelotti como seleccionador de Brasil, pero la noche no estaba para despedidas, porque el público no era el habitual, así que cuando por megafonía sonó el nombre del italiano, unos aplausos de la misma intensidad que cuando nombraron a los once titulares. Al que sí le dio cariño el Bernabéu fue a Víctor Muñoz, el canterano que jugó en el Clásico y tuvo una ocasión clara para el empate a 4. Tuvo que cerrar después sus redes sociales por las críticas y por eso Chamartín le dedicó un aplauso especial. Calentó un buen rato, pero no jugó.

«Nuestra deber era no regalar la Liga», decía Ancelotti sobre que el Barcelona pudiese cantar el alirón sin jugar. «Creemos en hacer lo nuestro, que es ganar los dos últimos partidos, y a ver qué pasa. Ellos tienen que jugar mañana (por hoy) y puede pasar de todo. Si ganan se les felicita y ya está», comentaba el italiano, que destacaba el orgullo de sus jugadores. «No hemos bajado los brazos a pesar de la dificultad, porque tener doce bajas no es habitual. No he visto muchos equipos que tiren 40 veces a portería en un partido». Siempre es especial sentarme en el banquillo del Bernabéu» decía sobre su inminente despedida.