
Historias del balón
El “campo de los dioses”: el único estadio del mundo en el que la pelota rueda sobre el cráter de un volcán
La cancha de Teoca se encuentra a 2.400 metros sobre el nivel del mar y es la única en el mundo en interior de un volcán. ¿Podría el Atlético Paso jugar sobre las cenizas del Cumbre Vieja?

En España si hablamos de volcanes nos viene irremediablemente a la cabeza el de Cumbre Vieja, en La Palma cuya erupción en 2021 mantuvo en vilo a todo un país. Los ríos de lava y la ceniza paralizaron la vida de la isla y, por supuesto, también el fútbol.
El Atlético Paso, que juega en Segunda Federación, y la UD Los Llanos de la tercera división de La Palma lo dejaron todo al margen para prestar ayuda.
Ahora, un nuevo estudio afirma que La Palma atraviesa su periodo con mayor actividad volcánica en 4.000 años pero ¿Se imaginan a los jugadores del Atlético Paso jugando sobre el cráter del Cumbre Vieja? Pues eso es exactamente lo que ocurre en en el volcán de Teoca. En su cráter se aloja una cancha de fútbol a 2400 metros sobre el nivel del mar. Se trata de un estadio enclavado en el cerro Teoca y bautizado como “El campo de los dioses”.
Este cerro está ubicado en el pueblo de Santa Cecilia Tepetlapa, con una población de 10,000 habitantes. “Teoca” significa ‘lugar donde habitan los dioses’ y justo ahí está la cancha de futbol. Basta con buscarlo en Google Maps y se se puede observar una impresionante estampa futbolera dentro del volcán. Esta cancha podría considerarse apta solo para futbolistas de alto nivel, pues se encuentra a 2.435 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, las ligas amateur juegan en esta cancha e, incluso, algunos equipos profesionales le han puesto el ojo como campo de entrenamiento.
Islandia y el estadio del volcán
Otro caso singular lo encontramos en Islandia. No hay muchos estadios en el mundo que tengan el mismo encanto que Hasteinsvollur, que literalmente, está sobre un volcán.
El archipiélado Vestmannaeyjar está compuesto por 15 islas en un sistema volcánico al sur de Islandia, que consiste de entre 70 y 80 volcanes, lo mismo encima que bajo el mar. Heimaey, con poco más de 4.000 habitantes, es la única isla habitada y es hogar del equipo IBV Vestmannaeyjar.
La isla captó la atención internacional en 1973 con la erupción del volcán Eldfell, que destruyó muchas casas y forzó la evacuación de toda la población. El estadio está construido en un gran valle custodiado por dos enormes columnas formadas por lava que dominan ambos costados. En este lugar, el balón rueda bajo la vigilancia de un volcán y enmarcado en un paisaje sobrecogedor que lo convierten en uno de los más impresionantes campos del mundo.
El club existe desde 1903, originalmente llamándose KV antes de adoptar el nombre IBV (Ithrottabandalag Vestmannaeyjar). Han ganado el título de Islandia en tres ocasiones -1979, 1997 y 1998- y la Copa de Islandia en otras cuatro ocasiones.
A pesar de ser un club humilde puede presumir de haber dado grandes nombres al futbol islandés como Asgeir Sigurvinsson, que jugó en el Stuttgart de Alemania, o Gudmundur Torfason, que tuvo una carrera bastante decente en Escocia.
El líder goleador histórico en el futbol islandés, Tryggvi Gudmundsson, también comenzó su carrera en el IBV y regresó dos veces a jugar con el equipo de su ciudad natal. Incluso Hermann Hreidarsson, el dentista que como seleccionador llevó a Islandia a su primera Eurocopa y Mundial, también dirigió al IBV.
Tal vez, el Atlético Palo se mire en el espejo del IBV para desplegar su fútbol bajo la energía de un volcán.
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