Liga de Campeones
PSG-Bayern de Múnich. Mbappé llega tarde
La entrada del francés revolucionó al PSG pero los dos goles que marcó no valieron y el Bayern toma ventaja en la eliminatoria con el tanto de Coman
Un gol de Kingsley Coman evitó que el PSG ganara su primera Liga de Campeones en 2020. Y otro gol del francés aparta hacia la cuneta al equipo parisino.
Fue Coman, canterano del campeón de la liga francesa, el que puso en ventaja al Bayern, pero podía haber sido cualquier otro. La imagen del PSG estaba muy lejos de representar a uno de los clubes más ricos del mundo. Coman no quiso celebrar el gol, pidió perdón, pero el daño ya estaba hecho.
El Bayern, sin tantas estrellas millonarias, y la suplencia de Mbappé lo convirtieron en un equipo pequeño, más preocupado de proteger su portería que de buscar la contraria. De esa ocupación, a la que se aplicaba con acierto Sergio Ramos, apenas conseguía sacarlo algún invento de Messi, que no encontraba continuidad en sus compañeros.
Kimmich gobernaba el partido como es su costumbre desde el centro del campo. Organizaba el ataque, siempre ayudado por Goretzka, y se mostraba muy activo en defensa para recuperar balones cerca de su área. Con Kimmich todo es más sencillo para cualquier equipo, pero además está muy acompañado.
Por Musiala, por ejemplo, que demostró su calidad en un regate a Nuno Mendes en la segunda mitad que le regaló el tiempo y el espacio para poner la pelota en posición de remate para ChoupoMoting. El camerunés estuvo cerca de marcar en un remate de media chilena, pero Donnarumma tuvo el acierto para despejar que le había faltado en el gol de Coman.
El 0-1 sirvió de despertador para el guardameta italiano, que poco después desvió al poste otro remate de Choupo-Moting y despejó un cabezazo de Pavard. Después del gol parecía que el Bayern podía dejar resuelta la eliminatoria en París.
Pero todo puede cambiar cuando Mbappé pisa el campo. Cambia el juego de su equipo y, sobre todo, cambia la mentalidad de sus compañeros. Todos se sienten más seguros cuando Kylian está en el campo. Y el francés aprovecha su superioridad física para mostrar las debilidades de sus rivales.
Mbappé vio desde el banquillo el el gol del Bayern y presenció desde el césped el amago de hundimiento de su equipo, pero estaba a tiempo de ponerle remedio. O eso parecía.
Bastaron dos acelerones de Mbappé para que el miedo cambiara de bando, aunque el Bayern tuvo en los pies de Müller la oportunidad de resolver el partido y la eliminatoria. Pero no estuvo acertado el veterano alemán.
Mbappé marcó dos goles, en una actuación que recordaba a la del año pasado en el Bernabéu, pero como entonces los dos fueron anulados por fuera de juego. El primero después de que Sommer rechazara un remate de Neymar. El segundo, al rematar un pase de Nuno Mendes desde la banda izquierda en una jugada en la que Kylian demostró toda su explosividad. En pocos metros se distanció de De Ligt, un central grande y pesado que no puede competir con él en velocidad.
Es una superioridad insultante la que demuestra en cada carrera. Y hace difícil de imaginar que su ausencia en los últimos partidos se debiera a una dolencia muscular. No es extraño que el PSG utilizara todas sus armas para retenerlo el verano pasado.
Ninguno de sus compañeros, ni siquiera Messi y, por supuesto, tampoco Neymar, tienen la influencia que ejerce el francés sobre el juego. Mbappé es la diferencia entre un equipo vulgar y un aspirante a campeón de Europa.
Aunque una jugada de Leo volvió a dar esperanza al PSG al forzar la expulsión de Pavard por segunda amarilla cuando el partido entraba en el tiempo de prolongación. Pero no hubo más oportunidades.
El PSG y otros clubes como el Manchester City, han conseguido convertir a los históricamente millonarios de Europa en casi pobres. Pero los millones no pueden con todo y el Bayern demostró ser mucho mejor equipo que el PSG. Aunque ya no tenga un jugador de la calidad de Mbappé, capaz de dar la vuelta él solo a la eliminatoria en el encuentro de vuelta. En París ya estuvo a punto de hacerlo en algo más de media hora.
Tercera derrota copnsecutiva del PSG
El PSG vive una situación desacostumbrada desde que se convirtió en uno de los equipos más poderosos del mundo al sumar su tercera derrota consecutiva. Una racha que comenzó hace una semana contra el Marsella, que lo dejó fuera de la Copa al derrotarlo por 2-1 en los octavos de final, la misma ronda en la que se enfrenta al Bayern en la Liga de Campeones. Entre medias de esas dos derrotas llegó otra en Liga contra el Mónaco el pasado fin de semana. Cayó por 3-1 contra el equipo del Principado, aunque eso no le impide seguir dominando la clasificación de su campeonato, donde lleva cinco puntos de ventaja al Marsella, segundo clasificado. Las ausencias de Mbappé no han ayudado a que el PSG se muestre en las últimas semanas como el equipo poderoso que todos esperan.
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