
Polémica
Un espontáneo salta al campo del Barcelona - Getafe con una polémica bandera y el Barça marca gol
El equipo madrileño ha protestado por la situación inaudita que se ha dado en el encuentro de LaLiga, en un tanto azulgrana

El Estadi Johan Cruyff vive una noche de fútbol vibrante, con un FC Barcelona inspirado y eficaz que golea al Getafe. Pero lo que debía ser una jornada redonda para los de Flick acabó teñida de polémica. Más allá de la diferencia en el marcador, el partido quedó marcado por las constantes protestas del conjunto azulón (amarillo en este caso), que estallaron definitivamente tras el tercer gol del Barça, anotado mientras un espontáneo con una bandera palestina invadía el terreno de juego. El Getafe no solo se sintió desbordado por el juego culé,
sino también por unas circunstancias que consideró inaceptables y profundamente injustas.
Dominio azulgrana y un Getafe al límite
Desde el primer minuto, el FC Barcelona impuso su ley. Con Ferran Torres muy enchufado, Olmo generando peligro entre líneas y Pedri como eje del juego, el equipo local se adueñó del ritmo del partido. Los de Flick mostraron un fútbol ágil, combinativo y vertical, ante un Getafe que apostaba por la intensidad, el orden y el corte constante del ritmo. El guion era claro: el Barça proponía, el Getafe resistía... pero no le alcanzó.
El primer gol llegó tras una jugada de alta escuela. Pase filtrado de Raphinha, taconazo delicioso de Dani Olmo y definición de Ferran Torres con un disparo potente al primer palo. Un gol que levantó a la grada y que parecía confirmar la superioridad de los locales.
A partir de ahí, el Getafe comenzó a perder los papeles. Las entradas subieron de tono, las amarillas se multiplicaron (con hasta cinco cartulinas en pocos minutos) y el cuerpo técnico de Bordalás comenzó a presionar al cuarto árbitro. El partido se calentaba por momentos, con De Burgos Bengoetxea tratando de contener la tensión.
El detonante: el gol con el espontáneo
Pero el punto de no retorno llegaría en el minuto 63. Rashford, eléctrico por la banda, dejó atrás a su par, centró atrás con precisión quirúrgica y Dani Olmo remató a placer para firmar el 3-0. Un gol aparentemente limpio… hasta que el Getafe explotó.
¿Qué había pasado? En el otro extremo del campo, justo durante la jugada del gol, un espontáneo había irrumpido en el césped con una bandera palestina, corriendo por la banda contraria mientras la acción se desarrollaba. La seguridad tardó varios segundos en reaccionar. Nadie pitó, nadie detuvo el juego, y el Barça aprovechó para sentenciar.
La indignación creció cuando el cuarto árbitro no anuló la jugada ni solicitó revisión, algo que el reglamento permite en caso de alteraciones del entorno de juego. Las protestas derivaron en la expulsión de un miembro del cuerpo técnico del Getafe, en un gesto que añadió más leña al fuego.
Para el equipo madrileño, lo ocurrido fue más que una anécdota: fue una vulneración del principio básico de igualdad de condiciones. E reglamento contempla la interrupción inmediata del partido si se produce una alteración externa, como lo es la irrupción de un aficionado.
Un Barça dominador, opacado por la polémica
En lo futbolístico, poco más se le puede pedir al equipo de Flick. El Barça fue superior en todas las líneas.. En un partido sin historia desde el punto de vista competitivo, fue la gestión del incidente con el espontáneo lo que marcó la conversación
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