
Polémica
El feísimo gesto de un jugador del Barcelona en la derrota contra el Inter de Milán
El Barcelona perdió cuando tenía el partido en la mano. Hubo, con los dos goles en contra, un gesto vergonzoso

El FC Barcelona ha caído este martes ante el Inter de Milán (4-3) en el partido de vuelta de las semifinales de la Champions, en un partido loco como el de la ida y con un guión muy parecido que llevó la eliminatoria a la prórroga, en la que un Inter más fuerte físicamente y ayudado por el Giuseppe Meazza ahogó a un Barça que no pudo remar contra tantas adversidades, como el golpe mental de remontar un 2-0 adverso y ver al Inter forzar la prórroga a minuto y medio del final.
Partido memorable
Fue una locura de partido, y de eliminatoria en el cómputo global, que cayó del bando 'nerazzurro' con 7 goles interistas y 6 'culers'. El Barça luchó contra todo pero no pudo, y fue debido en parte a errores propios que a estas alturas se pagan caro. Tanto en Barcelona como en Milán. Pero el Barça también mostró su fe, su filosofía de no rendirse nunca y su gran talento ofensivo. Estuvo a minuto y medio de ir a Múnich, pero la prórroga les envió para casa sin premio.
Empezó toda esta opereta, no en La Scala sino en el Meazza, con Lautaro Martíenz ejerciendo de El Cid Campeador. Porque el argentino, que parecía ser baja al 99 por ciento, se 'recuperó' a tiempo --si llegó a estar lesionado y en la lista de ausencias-- para ser titular y para marcar el primer gol. Y con El Cid Lautaro, quizás mermado pero presente, obligado a liderar la batalla, el Inter creyó. De nuevo, como en el Estadi Olímpic Lluís Companys, el equipo de Simone Inzaghi encontró acciones aisladas para marcar, como el penalti bien pitado en el VAR de Pau Cubarsí a Lautaro, convertido por Çalhanoglu al borde del descanso.
La mala reacción de Íñigo Martínez
La primera parte fue blaugrana en dominio y posesión pero 'nerazzurra' en goles. Y en el fútbol, mandan los goles. Dos logró marcar el Inter; el primero tras una de las muchas pérdidas del Barça y, el segundo, en un penalti visto en el VAR que cerró la primera parte con un marcador pésimo para el Barça, obligado de nuevo a remontar y, en esta ocasión, en feudo contrario y sabiendo que el rival apenas creó más ocasiones. Casi que tuvo más goles que ocasiones claras.
Mal escenario en el que actuar y con mal carácter. Esto hizo Íñigo Martínez, un escupitajo que el VAR no quiso revisar.
Íñigo Martínez fue sustituido, probablemente por molestias y salió Araújo, protagonista después porque su mala defensa mató la remontada que había conseguido el Barcelona en una sensacional segunda parte. Pero no fue suficiente.
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