Real Madrid

Kiev

La Champions siempre acaba en Cibeles

Por cuarta vez en cinco años la afición se cita con la diosa para celebrar la Liga de Campeones. El encuentro con los jugadores, hoy.

Los aficionados empezaron a dirigirse a Cibeles después de que Bale marcase el segundo gol. Foto: Cristina Bejarano
Los aficionados empezaron a dirigirse a Cibeles después de que Bale marcase el segundo gol. Foto: Cristina Bejaranolarazon

Por cuarta vez en cinco años la afición se cita con la diosa para celebrar la Liga de Campeones. El encuentro con los jugadores, hoy.

José manuel martín -

las siete de la tarde, el tráfico desde Atocha hacia Colón era más denso que de costumbre. Costaba cruzar Cibeles, porque la Policía Municipal ya estaba colocando las vallas alrededor de una estatua que empezaba a darse cuenta de que el de ayer no iba a ser un día cualquiera. El dispositivo ya estaba en marcha por la tarde, porque el Real Madrid estaba en su tercera final consecutiva de Liga de Campeones y es un equipo de costumbres. Hicieron bien en prepararlo todo, porque si el Santiago Bernabéu se llenó para ver el partido en pantalla gigante, muchos de los más de 70.000 hinchas que se acercaron al estadio caminaron ya entrada la noche hasta la plaza más madridista del mundo.

Cuando Zidane se puso las manos en la cabeza en Kiev alucinado por la chilena de Bale, los más previsores pusieron rumbo a Cibeles, que si lo dejas para luego no llegan los autobuses, el metro se salta las estaciones cercanas y en coche, mejor ni pensarlo. Tocaba ir a Cibeles, ¿otra vez? Sí, otra vez. La tercera seguida y la cuarta en cinco años para celebrar una nueva Copa de Europa, que empieza con la fase previa, con la de grupos y no se acaba hasta que no se celebra en la estatua de la diosa.

El tiempo acompañaba, así que sólo hacía falta una sudadera para seguir la fiesta en el lugar de reunión habitual. Las últimas veces, la hinchada esperó hasta la madrugada para disfrutar con los futbolistas, pero según los planes del club, la larga distancia de vuelo desde Ucrania lo hizo imposible. La hora prevista de aterrizaje del avión en el que venía la Copa de Europa número 13 era las 5:30, así que lo más lógico era esperar a hoy para llegar a la plaza en el autobús descapotable.

Así que los aficionados cantaron y celebraron en Cibeles para después irse a casa y guardar fuerzas para el apretado menú de esta tarde. Habrá visita a la sede de la Comunidad de Madrid, donde les recibirá el nuevo presidente, el rojiblanco de corazón Ángel Garrido, y al Ayuntamiento, donde Manuela Carmena les regalará las medallas de chocolate que suele ofrecer. Una vez cumplida la parte del protocolo llegará el momento del encuentro con la afición y de que Sergio Ramos le coloque la bufanda y la bandera a la estatua.

El fin de fiesta será en el Santiago Bernabéu, con las dos plantillas y los dos trofeos. Después, volverá a ser lunes.