Barcelona - Osasuna
Lewandowski encarga otro Clásico para la final de la Supercopa
El Barcelona derrota a Osasuna y se enfrentará al Real Madrid en la final. El gol del polaco desatasca al conjunto de Xavi. Lamine Yamal marcó el segundo en el descuento
Iba Lewandowski camino de otro partido gris cuando por fin sacó el goleador que ha habitado en él toda la vida y que parecía anestesiado esta temporada. Marcó un gol que desatascó una semifinal de la Supercopa que no estaba nada clara pese a la teórica diferencia entre Barcelona y Osasuna (puede ver aquí la ficha y el minuto a minuto del encuentro). Marcó un gol que conduce a un Clásico contra el Real Madrid en la final del domingo, como la pasada temporada.
Gündogan encontró entre líneas al polaco y pese a una reacción algo lenta después del primer control, la protección que le dio el área (por un posible penalti), le permitió colarse, meter el cuerpo y resolver con un tiro cruzado muy ajustado. Era bueno el centro del alemán, pero el gol no estaba hecho y la maniobra de Lewandowski fue muy meritoria. Se quejó Osasuna porque en el arranque de la jugada pidió falta de Christensen a Arnaiz en la recuperación, por un empujón en la espalda que era muy leve. Desde la sala del VAR dijeron que adelante y la acción no se revisó en el monitor.
Se liberó el atacante del Barça, tan criticado este curso hasta incluso ser sustituido en Las Palmas con el resultado en empate. Los goles son alimento para la confianza de los delanteros, y uno tan decisivo puede suponer un punto de inflexión, lo mismo que espera Xavi de esta Supercopa. Espera que la competición sirva para hacer "click" a los suyos y dar al interruptor del buen juego, pero por momentos estuvo cerca de hacer crack. Comenzó el duelo con mucho ida y vuelta y con opciones en ambas áreas, con dos defensas que dudaban. Las buenas recuperaciones del Barcelona propiciaron un par de oportunidades, especialmente una de Ferran Torres, que remató fuera por poco. Repitió el valenciano como titular en lugar de Joao Félix y fue el que más se movió, el que más desmarques ofreció a un equipo que distribuía la pelota con demasiada lentitud. Todavía en ese arranque más loco, Osasuna no se limitaba a defender, salía con muchos hombres y Budimir rozó el gol en un par de remates que pasaron cerca del palo. El divertido comienzo dio paso a unos minutos más plomizos. Logró el Barcelona hacerse con el control , pero tenía una posesión inofensiva y no lograba descolocar a su rival. Basculaba Osasuna y se defendía sin demasiados problemas. Es más, fue el conjunto de Arrasate el que tuvo la opción más clara en otra salida en la que Budimir hizo bien la primera acción, pero después se encontró sin espacio ante la salida de Iñaki Peña.
Las malas noticias se le acumulaban al Barcelona, porque Raphinha se fue al suelo y pidió el cambio. Parece una nueva lesión muscular que se une a la plaga del club durante toda la temporada. Entró en su lugar Lamine Yamal, que lo intentó todo el rato, que hace lo que le pide el entrenador y lo que tiene que hacer: retar a los defensas, encarar, buscar el desborde, ya que es de los pocos jugadores de la plantilla que lo tiene, aunque en esta ocasión no estuvo muy acertado, bien controlado por Juan Cruz. Al final, el joven futbolista encontró el premio a su insistencia con un gol en el descuento para acabar con la estadística tan llamativa de su equipo: no ganaba un partido por más de un gol desde septiembre.
Quien reapareció fue Pedri, una prueba quizá para ser titular en la final. No fue un factor determinante el canario, lógico después de otro mes sin jugar y de las continuas interrupciones que tiene por culpa de las lesiones. Intentó el Barcelona dormir el encuentro, pero no lo tuvo bajo control en ningún momento, aunque sí mejoró con un Frenkie de Jong más presente. Tampoco Osasuna tuvo oportunidades clarísimas para empatar, pero se estiró más y en un par de ocasiones metió el susto en el cuerpo a su rival. La entrada de Raúl García fue un argumento más para el ataque rojillo y su remate rápido desde la frontal del área fue la oportunidad más importante. No pasó demasiado lejos de la escuadra.
El gol de Lamine Yamal llegó tras una buena acción de Joao Félix. El portugués tiene una calidad que nadie discute, lo que le falta es continuidad y algunas veces implicación. Tuvo unos buenos minutos que hacen feliz a Xavi, porque lo necesita.
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