El futuro empieza hoy

Julen Lopetegui se estrena oficialmente en el banquillo blanco contra el Atlético de Simeone. «Tenemos que mirar siempre adelante», dice el madridista.

Repite Lopetegui que su primer partido oficial en el Real Madrid es una final, como resaltando el nivel del conjunto blanco, que los últimos tres cursos comienza las temporadas jugando la Supercopa de Europa por haber ganado la Champions. «Es un privilegio jugar esta competición. Cada vez que toca jugar una Supercopa es una señal de que las cosas han ido bien y después de tres Champions, esto es un premio, es una oportunidad de empezar la temporada con una victoria», había contado el capitán Sergio Ramos, uno de los valedores del nuevo entrenador.

Si el Madrid disputa el choque de hoy de Tallin es porque Zidane le llevó otra vez a conquistar Europa. «Zizou hizo un trabajo extraordinario, pero ya es pasado. Ahora queremos seguir consolidando la historia del club y ser un equipo mejor en todos los aspectos. Tenemos que mirar al presente con confianza y trabajo», explicó Lopetegui, serio, concentrado ante los medios y sin apartarse ni un milímetro de su discurso. Su mensaje era ese: si miras hacia atrás te puedes volver sal y cada vez que alguien hacía referencia a un nombre que ya no está, Lopetegui se excusaba y decía que había que mirar hacia delante.

El pasado nunca ha valido en el Real Madrid, pero este año, aún menos. El nuevo entrenador sabe que el reto que le espera es impresionante: recoge un equipo que ha gobernado Europa durante las últimas tres temporadas y lo hace sin su máximo goleador. Mirar hacia atrás, a lo que fue, o a lo que pudo haber sido, no puede traer nada bueno. Sabe Lopetegui que el único modo de acabar con la nostalgia es empezar el curso sin dejar ni un pequeño margen para la duda. Es inevitable que los aficionados anden comparando la trayectoria de este equipo con la de los años anteriores y juzguen el pasado con los parámetros del presente, como se hace casi siempre. Lopetegui va a tener que vivir con ello, aunque intente, continuamente, poner el foco en lo que está por venir. «No quiero cometer el error de hablar de pasado o jugadores que no están», volvió a repetir Julen cuando le preguntaron de nuevo por Cristiano. Hasta sobre esa cuestión fue interrogado Simeone: «No es una pregunta para mí. Pensamos en nosotros y el entrenador del Real Madrid tendrá que ver qué ha ganado y qué ha perdido con su salida», contestó el argentino.

Lopetegui no habla de eso. Quiere trazar una frontera y empezar un nuevo camino sin cargar en la espalda pesos que no son suyos. A partir de hoy empieza su camino. Quizá el Atlético no es el mejor rival, porque le va a dar muchos problemas como es lo habitual. «Es un grandísimo equipo, con un camino claro, definido por lo que quiere su entrenador y experto en competir al máximo nivel», le definía Julen. Un conjunto que lleva años con el mismo entrenador y que no ha tenido que adaptarse a nada. «Vamos a ser estructurados, competitivos y un bloque como siempre» dijo Simeone, que volvió a hablar de presupuestos, para no faltar a la tradición. Son las rutinas de los últimos derbis.

Todo eso es nuevo para Lopetegui. Él quiere que el Madrid sea también un equipo a estrenar, con Isco como eje de casi todo y con Bale y Benzema como goleadores. Falta ver si hoy estará Modric, que va a ser fundamental y si el Madrid presiona arriba. Es la vía Lopetegui.