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Bartomeu arrasa

Con el 54,6% de los votos será presidente del Barcelona durante seis años. Pesa más el triplete que la imputación n Laporta sacó el 33%

Bartomeu fue el claro ganador de las elecciones. Será presidente del Barcelona los próximos seis años
Bartomeu fue el claro ganador de las elecciones. Será presidente del Barcelona los próximos seis añoslarazon

Con el 54,6% de los votos será presidente del Barcelona durante seis años. Pesa más el triplete que la imputación n Laporta sacó el 33%

El «triplete» pudo más que cualquier otra cosa en las elecciones del Barcelona. Ni el recuerdo de los tiempos de Pep Guardiola que vendía Laporta, ni el entusiasmo de Benedito o Freixa pudieron con los tres títulos y la foto de continuidad que se hizo Bartomeu con Luis Enrique el mismo día que dimitía. Ésa era su carta de presentación y le ha sido suficiente para ganar con autoridad las elecciones que se celebraron anoche. Ganó sumando más votos que sus tres rivales juntos. En total, el presidente reeligido sacó 25.823 votos de los 47.270 que se depositaron en las urnas. «La gente estaba muy contenta por cómo está actualmente el club», dijo Bartomeu cuando conoció los sondeos a pie de urna que le daban la victoria por una gran diferencia. Y que, sin embargo, era menor de la que después consiguió en la realidad. Antes de que se hicieran oficiales las cifras totales de los votos, sus rivales ya le habían felicitado.

Laporta consiguió 15.615 (33,03%), Benedito 3.386 (7,16%) y Toni Freixa 1.750 (3,70%). Hasta el equipo de Laporta acabó muy sorprendido por la diferencia. El ex presidente contaba con presentar más batalla y ya se sabía que él y Bartomeu iban a ser los más votados con mucha ventaja frente a los otros dos candidatos. Ya habían sido los que más firmas habían logrado. Con lo que no se contaba es con que Bartomeu ganase con tanta comodidad sobre su rival. Para Freixa, la presencia de Laporta hizo incluso que Bartomeu consiguiera más votos: «Al final muchos socios que querían una tercera opción no la han votado porque no querían la segunda. Mucha gente me ha dicho que le hubiera gustado votarme pero que para que no ganara Laporta votaba a Bartomeu; ha pasado muchas veces». Además, reconocía que en el Barcelona es muy difícil el cambio: «El socio ha votado de una forma conservadora. Y sabemos que esto pasa en este club, donde el señor Núñez estuvo 22 años como presidente cuando no había limitación de mandatos».

Fueron más poderosos los títulos conseguidos que todos los problemas judiciales a los que aún se tiene que enfrentar el presidente. El Barcelona es un club que juega a ganar en el campo de fútbol y teme lo que sucede en los juzgados. Fue por ahí por donde intentó ganar votos y terreno Laporta, pero el socio culé no ha querido el cambio. Tampoco ha calado el mensaje nacionalista con el que Laporta ha estado vendiendo su campaña.

Bartomeu sabía que tenía cartas ganadoras y con esas bazas ha jugado todo el tiempo. Huyendo de casi todos los debates e intentando no entrar en el barro. Si no se manchaba, si conseguía que lo conseguido por el primer equipo con él al mando, no se contaminaba por otras cosas, tenía mucho a favor. Y parece que así ha sido. Ahora Bartomeu, que fue presidente por la dimisión de Rosell, como consecuencia del «caso Neymar», recibe por primera vez el apoyo mayoritario de los socios para mandar en el Barcelona durante los próximos seis años. Pese a que en el mes de enero lo veía todo negro, con el equipo perdiendo en Anoeta y Zubizarreta despedido, en seis meses ha dado la vuelta a la situación y se encuentra con seis años para ejercer su mandato, si la Justicia no decide otra cosa. Han sido la mano de Luis Enrique en el banquillo y el fútbol de Messi en el césped los que han dado la presidencia a Bartomeu. Mañana por la tarde será la toma de posesión.

La jornada de las elecciones se desarrolló con cierta tranquilidad. Votó Cruyff, acompañando a Laporta y también se vio a Piqué, que iba acompañado de su hijo, a Xavi, a Iniesta, a Luis Enrique o a Unzúe y también a Artur Mas. Todo discurrió con mucha tranquilidad y con una participación algo más baja que las últimas elecciones. Lo que nadie esperaba es que Bartomeu arrasase.