
Retirada
«Muchas gracias, De Marcos. Te queremos». San Mamés despide a un ídolo
El capitán del Athletic se retira del fútbol profesional siendo un ejemplo para los que vienen detrás. Solo Iribar ha jugado más partidos que él con su club

«El Athletic no es solo un nombre, no es solo un club, es la punta de un iceberg de lo que lo más importante es lo que no se ve», decía Óscar de Marcos en su conferencia de prensa de despedida del fútbol profesional la semana pasada. «Para muchos es fútbol, para mí es familia. Es la lealtad de un pueblo, la fidelidad que no se negocia, el compañerismo. Está el ponerse siempre al servicio del grupo y caminar juntos», añadía.
Sin quererlo, el capitán del Athletic Club estaba hablando de sí mismo. Un futbolista que cada viernes visitaba el área de oncología del hospital de Cruces para visitar a niños enfermos y a sus familias. Lo hacía en silencio y casi a escondidas, sin reclamar atención, porque «si lo cuentas, parece que lo haces para que te lo reconozcan». Y no se hubiera sabido si uno de esos testigos de sus visitas no lo hubiera contado en las redes sociales. «El Athletic no es una camiseta ni una bandera al viento, es ser fiel, ser justo, ser honesto, aunque nadie te esté viendo», dice. Y eso es lo que quiere enseñar a sus hijos, aunque no será fácil para ellos ser como su padre.
Reconoce De Marcos que si no hubiera sido futbolista es posible que hubiera dedicado su tiempo a trabajar con esas Ong’s con las que ha visitado África e Hispanoamérica. De una de esas visitas, la que hizo a Togo al acabar su primera temporada en el Athletic salió un libro publicado por la fundación del club en el que mezcla su experiencia como voluntario en ese país con las vivencias de su debut como futbolista rojiblanco.
«Una buena persona», decía de él Marcelo Bielsa, pero el lado humano no tapa su importancia como futbolista, el segundo que más partidos ha jugado con la camiseta del Athletic –solo superado por Iribar–, el que más partidos ha disputado en Europa con su club. No es extraño que el Metro de Bilbao reforzara la presencia de trenes en las horas posteriores al partido de despedida de De Marcos contra el Barcelona. El que se marcha no es cualquiera, es una leyenda a la que solo le ha faltado cerrar esta temporada con la victoria en la Liga Europa, que jugaba su final en San Mamés. Pero el Athletic se quedó en semifinales.
Todos sus compañeros llevaban su camiseta con el número 18 al saltar al campo y una pancarta en la grada le decía en euskera: «Muchas gracias, De Marcos, te queremos». Pero lo mejor esperaba al final, cuando fue sustituido en el minuto 88 con todo el estadio en pie. Se fue entre abrazos de compañeros y de rivales. «Yo estaré en la grada como uno más y estoy seguro de que alguien de los que está en la grada estará aquí en el campo la temporada que viene o la siguiente o la otra», se despedía. Se marcha un señor y el grito de «Óscar de Marcos» resuena en San Mamés.
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