El Clásico entre Barcelona y Real Madrid siempre es un acontecimiento que trasciende lo deportivo. El partido terminó con un trepidante 4-3 a favor del Barça, que deja LaLiga prácticamente sentenciada. Una de las curiosidades ha sido la ausencia de una de las voces más icónicas del periodismo deportivo español: Manolo Lama.

Por primera vez en muchos años, los oyentes de la Cadena COPE no pudieron escuchar a Manolo Lama narrar el partido más esperado del fútbol español. La noticia se conoció minutos antes del inicio del encuentro, cuando Paco González, director de 'Tiempo de Juego', explicó en antena el motivo de peso de la ausencia de su compañero y amigo: "Hoy no vamos a tener la voz de Manolo Lama. Está haciendo lo más noble y bello, que es cuidar a quien le cuidó. Está donde tiene que estar. Un abrazo para su gente y su papi".

Las palabras de Paco González, llenas de respeto y cariño, dibujaron un contexto personal que fue entendido y aplaudido por la audiencia. El propio González subrayó la humanidad y la prioridad de Lama: cuidar a su padre en un momento delicado, anteponiendo la familia a cualquier compromiso profesional, por importante que este fuera.

El Clásico más emocionante de los últimos años

El partido, mientras tanto, no defraudó. El Barcelona y el Real Madrid ofrecieron un espectáculo a la altura de las expectativas, con alternativas constantes, goles, remontadas y polémicas arbitrales. El Madrid se adelantó con dos goles de Mbappé, pero el Barça, en una reacción de campeón, remontó antes del descanso con tantos de Eric García, Lamine Yamal y un doblete de Raphinha. En la segunda parte, Mbappé recortó distancias, pero el marcador final de 4-3 dejó a los azulgranas a un paso del título, con siete puntos de ventaja y solo nueve por disputarse.

La emoción del partido, los gritos de gol, la tensión y la épica de la remontada culé se vivieron de manera diferente en la radio. Manolo Oliveros, habitual narrador de los partidos del Barça, asumió la responsabilidad de relatar el Clásico en solitario para COP1. Aunque su profesionalidad fue incuestionable, muchos oyentes notaron la ausencia de la voz inconfundible de Lama, capaz de transmitir la pasión, la ironía y el dramatismo de los grandes momentos.

La jornada dejó una reflexión que va más allá del fútbol. En un mundo donde la inmediatez y el espectáculo parecen primar sobre todo lo demás, la decisión de Manolo Lama de ausentarse del mayor evento deportivo del año para estar junto a su padre fue recibida como un gesto de nobleza y humanidad. Como dijo Paco González, "está donde tiene que estar", recordando que, incluso en el fragor de un Clásico, hay prioridades que trascienden cualquier gol o resultado