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Fútbol

Shakhtar-Real Madrid (1-1): Rüdiger se ha aprendido la lección

El alemán remató con todo un centro de Kroos cuando el partido acababa y dio el empate ante un rival valiente

Mykhaylo Mudryk, del Shakhtar y Rüdiger, del Real Madrid, en el partido de la Champions
Mykhaylo Mudryk, del Shakhtar y Rüdiger, del Real Madrid, en el partido de la ChampionsMichal DyjukAgencia AP

El Shakhtar pudo llevarse una goleada en el Bernabéu hace una semana, pero resistió y siempre se mantuvo cerca del Madrid. En la vuelta, el Shakhtar, en Varsovia, fingiendo que es su campo y que la vida sigue igual cuando bombardean tu casa, no ganó de milagro al campeón de Europa porque la cabeza de Rüdiger fue contra todo para empatar el choque. Fue una demostración de fortaleza y de optimismo del equipo ucraniano, de queer ganar cuando pareces más débil y de explotar las debilidades del contrario. Llegó al partido pensando en otras cosas, pero, a diferencia de lo que sucedió en Madrid, se tomó el partido con menos alegrías y una seguridad defensiva que no apareció por el Bernabéu. Eso y que Mudryk mostró a toda Europa que está para jugar en un equipo de más nivel le bastó para plantar cara a todo un Real Madrid. Aguantó hasta casi el final, cuando el Madrid atacó con los centros de Kroos y los remates de Rüdiger. La primera se marchó fuera por poco. La segunda, al final, fue dentro, con el alemán jugándose la vida. Esto es la Champions y el Madrid no muere nunca.

Pero la opción de Rüdiger no disimuló los problemas del Madrid en ataque. Quizá porque Vinicius no salió hasta la segunda mitad y el brasileño es la esencia del ataque de Ancelotti. Tiene un grave problema Hazard y no es sólo que su decadencia parece inevitable: su problema más grande es que se le compara con Vinicius y para superar eso necesitaría una dosis de vitaminas que no tiene. Sin el brasileño, el Madrid no tuvo profundidad ni mordió durante gran parte del choque. Y cuando salió, con Modric, para arreglar el marcador en contra, ya no hubo tiempo y apenas entró en juego. Hazard dejó pasar la oportunidad y ya no va a tener muchas más, pese a que la temporada está empezando, pero es que no tiene velocidad para encarar y su rapidez para tocar el balón cerca del área no parece suficiente como para ganarse un hueco en el equipo. No le ayudó casi nadie, porque Benzema estuvo muy poco brillante y Rodrygo, pegado a la banda, aunque en la izquierda, pero lejos del área en definitiva, pasó por el encuentro de puntillas.

Ancelotti reservó muchos minutos a Vini porque quería darle descanso para el choque del domingo contra el Barcelona y porque pensó que, visto lo sucedido la semana pasada, pensaba que sin él le iba a dar para ganar. Se equivocó. Tuvo un remate de cabeza que pudo ser gol, pero se marchó fuera.

Incluso cuando salió al final, con el partido embocando hacia el final, el Madrid fue un equipo plano y lento, con muy pocas combinaciones, demasiado abierto y sin tener muy claro cómo llegar al área. Sólo durante unos minutos cuando llegó con el balón dominado al área rival, en la primera parte, dio la impresión de clara superioridad. Pero fue un espejismo que no supo materializar. El portero ucraniano sacó dos remates y después poco más tuvo que hacer. El Madrid no jugaba por dentro y no llegaba tampoco por los lados, quizá porque Rodrygo y Hazard iban hacia el área y Mendy no llegaba, mientras que Lucas bastante tenía con que no se les escapase Mudryk, el futbolista que ya retó a Carvajal en el Bernabéu y que con sus arrancadas sacó a su equipo de la rigidez defensiva y le dio la alegría que necesitaba para llevarse el choque.

El Shakhtar fue viendo que el Madrid era sorprendentemente inofensivo y empezó a correr hacia el área rival según pasaban los minutos. Lo hizo más al final de la primera parte y fue definitivo en el comienzo de la segunda. Pese a que Rüdiger y Nacho habían estado firmes para frenar las contras en el primer tiempo, nada pudieron hacer ante la primera jugada de la segunda mitad. La jugada la arrancó Mudryk, continuó por el lado de Lucas y no supo cómo defender el remate de cabeza Mendy, que no está ni por asomo en su mejor nivel defensivo.

No esperaba el golpe el grupo de Ancelotti que por primera vez durante este curso, se sintió fuera de lugar y algo noqueado. El Shakhtar era feliz, había olvidado todos los problemas y Zubkov, tras marcar el tanto, se creía capaz de todo.

Ancelotti reaccionó con Vinicius y Modric y como vio que eso no cicatrizaba la herida metió a Alaba para que fuese lateral y a Camavinga. Pero la solución buena fue decirle al central alemán que fuese delantero. Lo de toda la vida.