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Fútbol

Real Madrid-Celtic (5-1): El Madrid sí que cumple en Champions

El equipo de Ancelotti se clasifica como primero de grupo para octavos con una goleada ante un rival con una afición incansable

Vinicius y Valverde celebran uno de los goles del Real Madrid
Vinicius y Valverde celebran uno de los goles del Real MadridManu FernandezAgencia AP

El Real Madrid siempre cumple. Mientras el fútbol español se pregunta si está en crisis, o al menos si lo están sus equipos de élite, si la crisis económica que empezó en la pandemia y las malísimas decisiones económicas de algunos les han dejado indefensos y torpes contras grandes y menos grandes de Europa. Mientras se preguntan eso y huyen, en cambio de cuestiones más peligrosas porque pueden señalar a culpables que no interesa marcar, el Madrid, como ha hecho toda la vida, pasa la fase de grupos de la Champions y lo consigue como primero de grupo sin más sustos que la exagerada relajación que se tomó en el encuentro de Alemania. El resto de encuentros ha demostrado profesionalidad y el saber hacer de un equipo que domina como nadie los secretos de esta competencia.

Contra el Celtic la victoria no tuvo más misterio porque el equipo escocés llegó al Bernabéu eliminado y ni siquiera fue el conjunto peleón del primer partido de la competición, cuando mordió mucho durante la primera parte. En la vuelta, nada. Lo mejor fue su afición, que durante todo el día vio la ciudad y luego disfrutó del ambiente del estadio sin mirar el marcador ni fijarse en lo que hacía su equipo. Es otra forma de tomárselo.

Se entusiasmaron con el himno de la Champions antes de que comenzase el partido y sólo la cascada de goles hizo que sus cánticos fueran más débiles, pero no que dejaran de cantar. El golazo de falta al final del encuentro fue un premio para la afición, que lo celebró como si de una victoria se tratase. Y en su forma lúdica de entender este deporte, lo era.

Al Madrid el partido le sirvió para varias cosas: la primera para cerrar el primer puesto del grupo, la segunda para tomar aire después de tropezar en los dos últimos encuentros y la tercera, para que Asensio se volviera a sentir importante en el equipo y recibiera los aplausos de la afición. Marco fue el mejor con el partido apretado, apareciendo por todos, aunque empezase en la banday siguió siendo de los mejores cuando ya todo estaba decidido. Para redondear su mejor encuentro de una temporada que había empezado negra marcó un gol.

Ha pasado el bache, la nube negra con la que vivía desde este verano, cuando ni se fue ni renovó ni empezó titular. Quizá era cuestión de aceptar las cosas como son, estar a gusto con tu realidad: no es titular en este equipo, porque la competencia de Valverde y Rodrygo por el puesto que baila es demasiada, pero sí que es un futbolista que puede sentirse importante y aprovechar los minutos que seguro va a tener. Puede que Asensio no entendieraa eso o no lo aceptara y parecía enfadado con el mundo. Ahora se ha relajado y vuelve a ser el futbolista que aprovecha sus cualidades. Y bien que le sirven al Real Madrid.

Hay una cuarta cosa que sacó en claro el Madrid tras varios días dando vueltas a la mano que le pitaron contra el Girona: cómo son los penaltis por mano. En realidad ya lo tenía claro, pero el choque arbitrado por Sthepanie Frappart le sirvió para confirmar la teoría de Ancelotti: los penaltis por manos deben ser los que se vieron en el área del Celtic. El brazo extendido, ocupando sitio. Ocurrió de manera casi ridícula en el primero, tras un fallo en el remate de Valverde, que luego se vengaría con un golazo en la segunda parte, made in Fede; y el segundo, tras un remate de Rodrygo, que golpeó con violencia en la mano de un rival. Fue hasta penalti claro lo de Mendy en su área. Si el Celtic quería disfrutar en el Bernabéu, ya sabía en el minuto 20 que eso no iba a pasar.

Y eso que luego, el Madrid se relajó. La ventaja en el marcador y en el juego hizo que el equipo de Ancelotti bajara varios grados su intensidad. No había tenido que esforzarse mucho para ponerse por delante, así que se dio cuenta que podía ahorrarse esfuerzos para el partido de Vallecas del lunes y del Cádiz el jueves, con los que se despide antes del Mundial de Qatar.

Y como la cosa iba de penaltis claros, Mendy se apuntó a la fiesta. No con una mano, sino con una falta muy clara dentro del área. No está el francés para mucho este comienzo de temporada. Su mayor valor es su fortaleza defensiva, pero le está costando también ahí. Courtois evitó daños mayores parándolo.

Si ese tanto, el Celtic se dio por vencido y el Madrid, casi por inercia, porque en las segundas partes siempre le pone más ritmo, buscó tras el descanso la portería rival para darse un pequeño festín. Apareció Valverde para poner un balón a Vinicius y que éste sumara un tanto en un encuentro en el que había buscado demasiado la filigrana y después el uruguayo marcó el suyo.

Mientras, Ancelotti ya había empezado a dar descansos a algunos y minutos a Benzema, para que no haya dudas de su compromiso antes del Mundial.