Roglic y Evenepoel arrasan con todo en la Volta

Después de una semana a palos Primoz Roglic y Remco Evenepoel decidieron escenificar su lucha deshaciéndose de todos los actores secundarios en el final de la Volta a Cataluña. Como si todos los demás sobraran, como si jugaran en otra división. Los ciclistas tenían que dar seis vueltas al circuito de Montjuïc y en la cuarta ya decidieron que lo mejor era deshacerse de todos sus acompañantes. Sólo Marc Soler consiguió acompañarlos en esa aventura, aunque no pudo seguirlos hasta el final. El español quería subirse al podio, pero al final no pudo superar a su compañero Gonçalves.

Soler fue el primero de los humanos en la meta, porque en realidad Evenepoel y Roglic son de otro planeta. El universo del esloveno y del belga es diferente al del resto. Un universo en el que sólo existen ellos dos. Tan superiores han sido que entre ambos se han repartido los cuatro maillots que había en juego. Para el esloveno han sido el de la general y el de la regularidad. El belga se quedó el de mejor joven y el de la montaña. Además, ellos dos se han jugado el triunfo en cuatro de las siete etapas. Y en una más acompañaron al italiano Ciccone, el único que ha podido con ellos en un duelo directo, en la pelea por el triunfo parcial. Dos victorias para cada uno.

Remco y Primoz se han repartido dos triunfos para cada uno mientras parecían ensayar lo que puede suceder en el Giro, donde son los dos principales favoritos. Un ensayo en el que Roglic toma ventaja. El esloveno del Jumbo fue el ganador de la general, aunque en Barcelona dejara que fuera Evenepoel el que ganara la etapa. No le quiso disputar la victoria y se dejó ir sabiendo que era ya el ganador de la carrera. «Las bonificaciones me han hecho perder la carrera», se quejaba el belga. «Me han faltado seis segundos», añadía.

«Han sido días muy duros», reconocía Roglic. «Ha sido un honor ganar esta carrera», añadía. Para él, además, el triunfo tenía una parte de reivindicación. Entre ellos dos han ganado las últimas cuatro ediciones de la Vuelta. Tres el esloveno, al que una caída en la meta de Tomares cuando había esprintado para recuperar unos segundos, le impidió pelear por su cuarto triunfo consecutivo en la carrera española, algo que nadie ha conseguido en la historia.

Esa rivalidad la trasladarán dentro de unas semanas a Italia y Evenepoel, el más joven de los dos, se toma la Volta a Cataluña como un aprendizaje para lo que vendrá después. «El viernes [en la etapa que terminaba en Lo Port] esprinté a falta de 300 metros y, si lo hubiese hecho a falta de 150, hubiese podido ganar la etapa. Tengo que controlar mejor los tempos del esprint. Pero hoy lo he hecho mejor», reconocía el belga. Un ciclista explosivo al que le cuesta guardarse las ganas de atacar. A Evenepoel le gusta exhibirse, derrotar a sus rivales por aplastamiento. Pero Roglic sabe cómo responderle. En el Giro se volverán a ver.