El Barcelona se arruga y pierde contra el Almería (1-0)

El Barcelona se frotaba las manos después de lo que sucedió en el derbi madrileño. Comenzó la jornada con la posibilidad de ponerse diez puntos por delante del Real Madrid, y sufrió un golpe de realidad: lejos de dispararse al frente de la clasificación, se queda a siete puntos del segundo y le entran las dudas. Porque el Almería ganó y mereció ganar después de marcar un gran gol El Bilal tras una combinación con Luis Suárez, y de defender después a las mil maravillas. Fue el peor partido del Barça en todo el año. El triunfo le sirve al conjunto andaluz para salir de la zona de descenso y para cortar una racha de tres derrotas consecutivas. Tenía mucho tiempo el Barcelona para reaccionar, pero en ningún momento tuvo claridad para desmontar el planteamiento de Rubi. Fue el de Xavi un equipo vulgar, sin futbolistas con desequilibrio, sin valentía, demasiado plano, sin ideas, y que pasó de la incapacidad a la impotencia. Sin Pedri pierde el talento y sin Dembélé pierde la velocidad y el regate. El resultado fue una segunda parte en la que se dedicó a colgar balones desde el costado izquierdo, sin ni siquiera llegar a la línea de fondo. Cargar el área, meter ahí pelotas y a ver si sonaba la flauta. Todo lo contrario de lo que debería ser el equipo azulgrana o de lo que pretende ser. Araujo acabó de delantero centro y los últimos cambios fueron los chavales Pablo Torres y Alarcón. Un descontrol generalizado que acabó en desastre.

El Almería empezó muy intenso y ganaba todos los duelos individuales. El Bilal ya estaba siendo una pesadilla en los balones largos, se los llevaba todos y producía segundas jugadas, y Luis Suárez apretaba. Cuando se encontraron, llegó el gol de una forma aparentemente sencilla: la descarga de espaldas de El Bilal para darse la vuelta, ganar el espacio a Christensen y fusilar a Ter Stegen aprovechando el pase de Luis Suárez. El central danés, que lleva una temporada fantástica, no estuvo fino en esa acción.

El Almería tenía muy bien estudiado a su rival y le cerró todos los caminos por la zona interior. Sólo llegaba Jordi Alba por la izquierda, siempre perseguido por Baptistao, que hizo un trabajo defensivo extraordinario, aunque él sea un delantero. Fue casi un segundo lateral el brasileño y acabó reventado, pero feliz. Al desconcierto del Barcelona contribuyó el buen trabajo de su rival y el mal día de Busquets, especialmente despistado. Tampoco Ferran Torres, que estaba animado después de su última actuación en Liga, logró sacar ventaja en la banda derecha. Lewandowski estaba desenchufado, se iba del área para recibir, para combinar, pero después, en su zona, no consiguió ningún remate claro. Está de bajón el polaco desde que volvió del Mundial, aunque en realidad ni él consiguió un tiro claro ni ninguno de sus compañeros. No hubo una combinación destacada, una conducción de pelota que dejara a varios rivales atrás y creara superioridad, sólo balones que volaban al área en busca de una cabeza salvadora. Sergi Roberto tuvo una clara en la primera mitad y Araujo al final, haciendo de Alexanco, pero en realidad Fernando ni siquiera tuvo que hacer un partido extraordinario con cinco paradones espectaculares. Apenas hizo uno a Alarcón abajo que fue fácil, pero se podía complicar porque había muchos futbolistas por delante que le podían tapar la visión. En ese bombardeo final el rey fue Rodrigo Ely, que las despejó todas hasta acabar seguramente con dolor de cabeza.

El Almería se metió más atrás y ya le costaba contragolpear, pero defendió con valor y con mucho sacrificio. Sí pudo Embarba hacer el segundo tanto en un mano a mano que le paró Ter Stegen. Al menos eso sirvió para que el encuentro acabara en el área barcelonista. Xavi intentó dar mil vueltas a su equipo, pero ni los jóvenes novatos ni los jóvenes expertos como Gavi ni la entrada de Raphinha aportaron soluciones.