No corren buenos tiempos para Dani Alves. Mientras su defensa trabaja a marchas forzadas en su nueva estrategia para demostrar su inocencia el jugador no atraviesa un buen momento personal. La Audiencia de Barcelona acordaba mantener en prisión preventiva y sin fianza al exjugador del Barça Dani Alves, acusado de haber violado presuntamente a una joven en una discoteca de Barcelona el pasado 30 de diciembre y desde entonces cada información parece complicar más si situación y deteriorar su imagen. El último golpe ha sido la ruptura pública de su mujer Joana Sanz a la que respondió con una carta de amor desesperada que no ha recibido la más mínima compasión por parte de la modelo. Muy al contrario, la canaria ha disparado contra el brasileño por hacer pública la carta en el programa "Y ahora Sonsoles' de Antena 3 TV.

Pero, mientras Joana cierra definitivamente la puerta a un perdón y la víctima de su presunto abuso sexual desmonta su defensa al negarse a someterse a una examen psicológico pagado por el brasileño, el jugador trata de pasar los días de la mejor manera en prisión.

Alves ha creado "su propia liga carcelaria", donde cada equipo cuenta con diferentes equipaciones y existe una sana rivalidad. De hecho, los pedidos de indumentaria deportiva por parte de los reclusos "se cuadriplicaron". "El deportista está agradecido a sus compañeros de módulo que lo recibieron muy bien. Dani juega al fútbol con los presos, habla con todos, firma autógrafos, está de buen humor y totalmente confiado de su inocencia. Y los reclusos están encantados con su presencia que se ha convertido en un lucrativo negocio. tanto, que los funcionaro que se encargan del control de las entradas y salidas de la prisión han detectado un importante tráfico de camisetas del FC Barcelona firmadas por el brasileño.

¿Cómo funciona el negocio?

Según adelanta ElCaso.com, un interno que tiene permiso para moverse por toda la prisión y visitar todos los módulos -personas que hacen servicios en las zonas comunes, por ejemplo- recogen las camisetas del Barça que las familias han entregado a los presos o que entran por paquetería. Este preso se encarga de llevarlas hasta el módulo 13 de Brians 2, donde está Dani Alves. El futbolista las firma y las devuelven al interno que tiene movilidad por todo el centro penitenciario. Y este las devuelve a los internos de los otros módulos, que las vuelven a hacer salir de la prisión y las entregan a sus hijos, familiares y amigos. Pero esta gestión no sale gratis.

El intermediario que mueve la camiseta de Dani Alves desde algunos de los módulos de Brians 2 hasta el módulo 13 dónde el ex del FC Barcelona cobra su propia comisión que va desde paquetes de tabaco a productos del economato de la cárcel.

Sin duda, Dani Alves se ha convertido en un negocio redondo para los más listos dentro de prisión. Unos beneficios de los que podrán disfrutar durante un tiempo ya que el futbolista permanecerá encarcelado hasta que se fije una fecha para el juicio que podría tardar un año y medio en celebrarse. En “casos extremos” la prisión provisional puede prolongarse “hasta un máximo de cuatro años” aunque no es la norma habitual. El futbolista, sin embargo, se enfrenta a una permanencia en prisión que puede ser de varios meses, a la espera de que su equipo de abogados pueda solicitar nuevamente su puesta en libertad hasta que se celebre el juicio.

El jugador permanecerá en prisión provisional sin fianza porque, según los expertos, al tener doble nacionalidad española y brasileña y no existir tratado de extradición con Brasil, se teme que viaje a su país y no vuelva. Una situación de la que algunos no tardado en sacar beneficio.