Fútbol
Xavi, más fuera que dentro del Barcelona
El enfado de Laporta por las palabras del entrenador en las que decía que les iba a costar competir por la situación económica apunta a la destitución. Se verán cara a cara la próxima semana. Xavi intentó pedir explicaciones, pero sólo habló con Laporta por WhatsApp
Xavi cumplió el jueves contra el Almería su partido de Liga 100 en el banquillo del Barcelona. Ha cosechado 69 triunfos, 16 empates y 15 derrotas. Sólo está por detrás de Guardiola (79-14-7) y Luis Enrique (75-14-11). El domingo dirigirá el partido 101, contra el Rayo Vallecano, contra quien intentará certificar la segunda plaza, y con ello ganarse el derecho de disputar la Supercopa de España. Lo que ya no está tan claro es si llegará al 102, el que pone fin al campeonato, contra el Sevilla, después del último cisma en la entidad azulgrana, una nueva muestra del desconcierto que vive el Barça, que la afición presencia con incredulidad; una situación ridícula teniendo en cuenta lo que sucedió hace 20 días, o incluso lo que lleva pasando todo 2024.
De las lágrimas al enfado
El 27 de enero el técnico anunció que a final de curso dejaba el banquillo y renunciaba a su último año de contrato, después de perder contra el Villarreal en un mes en el que además perdió la final de la Supercopa contra el Real Madrid de forma clara y fue eliminado de la Copa del Rey por el Athletic Club. Tras caer en la Champions ante el PSG y perder las opciones en Liga al salir derrotado del Clásico, el entrenador y el presidente Laporta convocaron un acto el 24 de abril en el que dieron marcha atrás para anunciar que Xavi seguiría. Una comparecencia acompañada de abrazos. Casi se escapa alguna lágrima. Quedaba un mes de competición que se podía hacer largo sin objetivos de peso, y así ha sido.
Las palabras de Xavi
Laporta no pudo ocultar su enfado por la derrota ante el Girona y aunque ahora la segunda posición en la Liga está encarrilada, porque el equipo de Míchel ha pinchado después, unas declaraciones de Xavi han vuelto a encender al máximo mandatario azulgrana. El técnico dijo antes de enfrentarse al Almería que el Barcelona, dada su situación económica, iba a tener difícil competir contra el Real Madrid y el resto de "grandes" de Europa. "Eso no significa que no queramos luchar por los títulos. Lo vamos a intentar, pero necesitamos estabilidad y tiempo", añadió. Un discurso realista que no es la primera vez que pronuncia, y que, por otro lado, también podría servirle como excusa si no se logran los objetivos. Según "RAC-1" esas palabras molestaron tanto al presidente que pensó en la destitución inmediata. Lo ve como falta de ambición, contrario a afirmaciones suyas como que Dembélé es mejor que Mbappé o que no cambiaría ni un jugador de la plantilla del Barça por uno de la del Madrid. Afirmaciones, por otro lado, que quizá tiene que decir, pero que son un menosprecio a la capacidad del socio y del aficionado.
El partido contra el Almería ya se movió en un ambiente extraño. Primero, porque el propio presidente no viajó con el equipo por "problemas de agenda". Xavi insistió tras el 0-2 (con dos tantos de Fermín) en que dijo lo que creía, que no le habían comentado nada, añadiendo en varias ocasiones que estaban trabajando duro todos en el club, que él creía, que era ambicioso... Una autorreafirmación continua.
Xavi intenta contactar por WhatsApp
Según informa "La Vanguardia", hoy Xavi todavía no tenía ninguna explicación. En la Ciutat Esportiva se reunió con el vicepresidente Rafa Yuste, uno de sus principales defensores, y con Alejandro Echevarría, mano derecha del presidente, que le dijo que no era el momento de hablar con Laporta. Xavi sí ha contactado con su "jefe" por WhatsApp, afirma el mismo medio, para pedirle que se vean y lo aclaren todo. Quedaron para explicarse cara a cara la próxima semana. El técnico está tocado, y casi sentenciado.
Como Koeman
En medio se encuentra Deco, el Director Deportivo, a quien todo el asunto le ha pillado en Portugal y que ya estaba planificando la próxima temporada con Xavi. El preparador azulgrana ha afirmado en varias ocasiones que él nunca iba a ser un problema para el club de su vida, pero si le despiden en medio de este lío, tendrían que llegar a un acuerdo económico por el año que le queda de contrato, tanto a él como a su staff. Si continúa, el nuevo proyecto empezará malherido, porque el entrenador no las tiene todas consigo. Recuerda a lo sucedido con Ronald Koeman, que se quedó sin que Joan Laporta estuviera seguro, y apenas duró hasta finales de octubre esa temporada 2021-22.
La realidad es que el Barcelona ahora no está para pelear por los grandes nombres del mercado de fichajes. Las llegadas de Lewandowski o Gündogan fueron con la carta de libertad en la mano, y se trata de dos jugadores muy buenos, pero ya veteranos. El Barcelona no es que haya tenido problemas los últimos años para fichar, es que los ha tenido incluso para inscribir a los jugadores que ha contratado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar