Carlos Alcaraz es una estrella también en la gira asiática. El primer cabeza de serie del Masters 1.000 de Shanghái ha heredado en el torneo el vestuario de Roger Federer y cada uno de sus entrenamientos es seguido por infinidad de aficionados. Carlitos da espectáculo hasta en las sesiones de preparación. Uno de sus muchos golpes característicos es la dejada y en una de las últimas prácticas se pudo ver al murciano intentando embocar la pelota en un pequeño cubo al otro lado de la pista. No necesitó demasiados intentos para completar el juego en vísperas de su estreno ante el francés Gregoire Barrere, número 73 del ránking mundial. El galo se deshizo en primera ronda del portugués Nuno Borges. Será el primer duelo directo entre ambos (no antes de las 12:30, Movistar +). Los mejores resultados de Barrere esta temporada han sido sendas terceras rondas en los Masters 1.000 de Miami y Roma. Al número dos del mundo le esperaría en dieciseisavos de final el ganador del Kukushkin-Evans.

La segunda ronda de Shanghái ya dejó víctimas ilustres. Alexander Zverev cayó por 6-3 y 6-1 en 75 minutos ante el ruso Roman Safiullin, número 50 del mundo. Peor le fue a Holger Rune. El danés apenas estuvo en pista 70 minutos en los que sucumbió ante el estadounidense Brandon Nakashima, 122 del ranking, por 6-0 y 6-2. La segunda mitad de temporada de Rune está siendo una pesadilla. Después de caer en cuartos de Roland Garros ante Alcaraz ha perdido en sus debuts en Toronto, Cincinnati, US Open y Shanghái. La semana pasada en Pekín se despidió tras su segundo partido del torneo. La última sorpresa de la jornada fue la derrota del italiano Lorenzo Musetti ante el taiwanés Yu Hsiu Hsu, 184 del mundo, por 6-3 y 6-4.