ATP 500 de China

Sinner tiene el antídoto contra Alcaraz

El italiano derrota al español en las semifinales de China (7-6 [7/4] y 6-1) y se pone 4-3 en los cara a cara particulares

Carlos Alcaraz of Spain throws his racquet after losing a point to Jannik Sinner of Italy during the men's singles semifinal match in the China Open tennis tournament at the Diamond Court in Beijing, Tuesday, Oct. 3, 2023. (AP Photo/Andy Wong)
Alcaraz se lamenta tras un fallo en su partido de semifinales de China contra SinnerASSOCIATED PRESSAgencia AP

De la rendición tenística a la mental. Jannik Sinner desactivó con la raqueta el poder de Carlos Alcaraz y el español terminó tocado anímicamente los últimos juegos. Sacó la bandera blanca y acabó cediendo por 7-6 (7/4) y 6-1 en las semifinales del Open de China. No podrá, por tanto, el murciano desafiar a Medvedev (ganador de la otra semifinal ante Zverev: 6-4 y 6-3) e intentar tomarse una pequeña venganza por la eliminación en el pasado US Open.

En el análisis global, Sinner derrotó a Alcaraz sencillamente porque fue superior, lo que ya es una complicación en sí misma. El italiano mira su currículum y el de Carlos y llega a una conclusión lógica: "Él es mejor tenista que yo", dice. Se apoya en que, con 20 años, el español ya ha sido número uno del mundo y pelea por volver a serlo, y ya ha ganado dos Grand Slams y cuatro Masters 1.000, entre sus 12 triunfos. En cambio, en las vitrinas de Jannik, de 22 años, sólo hay un Masters 1.000 entre sus ocho copas. Pese a todo, sus partidos se han convertido en una especie de clásico moderno porque siempre dan espectáculo.

Lo suyo es una nueva demostración de las palabras que siempre repitieron Nadal, Djokovic, Federer, Murray, Ferrer y compañía de sus rivales: "Me han hecho ser mejor tenista". Sinner era el joven que se iba a comer el mundo hace no tanto, sólo escuchaba lo bueno que era y la primera vez que se cruzó con Alcaraz, todavía más chaval, en 2021 no sólo no pudo con él, sino que además se dio cuenta de que el pupilo de Ferrero era capaz de hacer muchas más cosas que él sobre la pista. No es que el italiano se haya convertido en un virtuoso con la muñeca, pero sí ha ido sumando armas a las que ya tiene de forma natural para ser de alguna manera el antídoto de Alcaraz.

Dueño de los intercambios

La película habitual en los partidos de Carlos es que cuando acelera y pega duro, los rivales acaban desbordados. Pero Sinner no. El italiano responde y esa pelota que le viene con fuerza, regresa a la otra pista con más fuerza todavía. Por momentos parece que en lugar de jugar en una pista de 23,77 x 8,23 metros lo están haciendo en una de tenis de mesa. La bola va a toda velocidad de un lado a otro y Jannik se niega a dar un paso atrás para sentirse más cómodo y tener más tiempo para golpear. Tampoco retrocede cuando le llegan los restos a los pies del murciano. Se mantiene en la línea de fondo. Y Alcaraz ve que cuando explota la pelota, vuelve en lugar de ser un ganador como en el 90 por ciento de los casos, y además lo hace profunda y o acaba perdiendo la iniciativa o sigue buscando tirar más bombas hasta que una de ellas se estrella en la red.

Comenzó el campeón del Wimbledon con un break y con la amenaza de un segundo que le hubiera puesto 3-0, pero en cuanto su oponente estiró los músculos la sensación constante era que en los intercambios era el que llevaba la voz cantante.

Esa impresión se unió a que Carlos tampoco tuvo su día más inspirado, como se vio en el tie break del primer set, que jugó mal, con demasiados errores que le condenaron. Todavía siguió peleando un rato más e incluso se generó un 0-40 para hacer un break y ponerse 2-2 en un segundo set que ya tenía cuesta arriba. No aprovechó esa oportunidad y eso le quitó el ánimo necesario para intentar buscar la remontada. Gesticulaba, miraba a Ferrero, hablaba consigo mismo... Pero no había solución.

Su próxima parada será el Masters 1.000 de Shanghái, que empieza hoy, en el que también participará por primera vez en su carrera.