Entrevista

Laura Álvarez: «Ahora me dicen que soy un referente para muchas niñas»

Laura forma parte del equipo de expertos de Eurosport y es, a los 25 años, la primera mujer que narra ciclismo en España

Laura Álvarez, la primera narradora de ciclismo en España
Laura Álvarez, la primera narradora de ciclismo en EspañaEurosport

Para Laura Álvarez el ciclismo es parte de su vida. Convive con él desde que era pequeña. Primero como ciclista y ahora delante de las cámaras. Forma parte del equipo de especialistas Eurosport, ya sea en el programa La Montonera o como narradora, algo que todavía es una rareza. Es la primera mujer que lo hace y, además, a una edad muy temprana. Sólo tiene 25 años, pero su trabajo y su ejemplo servirán para que vengan más.

¿Qué espera de esta temporada?

En el pelotón femenino, y lo hemos visto ya en algunas carreras, espero una subida de nivel y sobre todo en las que peleen por la montaña. Sobre todo viendo dónde dejó el listón el año pasado Annemiek [Van Vleuten], para pelear por carreras como el Tour de Francia., el Giro y demás. El listón lo ha puesto ella y espero que otras ciclistas como Demi Vollering o Kasia Niewiadoma hayan subido sus entrenamientos, se hayan centrado más en la alta montaña si es que vienen otro año más a pelear por el Tour. También es verdad que espero que Annemiek vuelva a intentar dominar el año como hizo en 2022, pero mis esperanzas están en que suba el nivel del pelotón y se lo pongan un poquito más difícil. Y en el pelotón masculino me gustaría que hubiera más variedad de nombres.

Pogacar no parece dispuesto a dejar mucho espacio para los nuevos.

Yo creo que sí. Yo creo que Pogacar, Vingegaard, Evenepoel, todos estos ciclistas que son superjóvenes, que tienen mucha hambre de ganar y de reinar, sí que conseguirán muchas victorias, muchas más de las que ya tienen siendo lo jóvenes que son, pero no creo que se lo pongan fácil entre ellos. Creo que son ciclistas que vienen a marcar una época, pero no tan larga como últimamente venía siendo costumbre, como por ejemplo la carrera profesional de Alberto o de Chris Froome, ciclistas que poco a poco van dejando el pelotón. Son ciclistas que van a ser muy grandes, pero no sé si durante un periodo de tiempo tan grande como los que habíamos visto hasta ahora.

¿Vivimos el mejor momento del ciclismo en los últimos años?

No sé si el mejor momento, yo creo que es un momento más atractivo para el espectador. Tenemos más batalla, tenemos posibilidades más abiertas, más nombres, más ciclistas versátiles, el mismo Pogacar lucha por el Tour y gana en Flandes. Sí que a la hora de pensar en el espectador, en la tele sobre todo nosotros como narradores, es mucho más atractivo. Nos deslumbra la capacidad de Pogacar de poder estar disponible en clásicas y ser máximo favorito pelear con Wout Van Aert, con Mathieu van der Poel y luego irse al Tour a la alta montaña a pelearse con Vingegaard. Es una cosa que nos encanta a todos esa versatilidad. Es cierto que es un cambio respecto a épocas anteriores. Por ejemplo, Alberto [Contador] no se centraba en las clásicas. Veo más versatilidad en ellos, pero no sé cuánto tiempo van a poder aguantar estando disponibles en escenarios tan distintos. Quizás ahora que son jóvenes y tienen esas chispa y esa motivación y ese poco miedo que tienen los ciclistas tan jóvenes vean la posibilidad de disputar esta variedad de carreras, pero dentro de unos años tengan que focalizar mejor los esfuerzos.

¿Afronta con pena el último año de Van Vleuten?

No creo que sea pena la palabra sino la sensación de que estamos perdiendo ciclistas, o se están yendo, que es algo que ya me pasó con Anna van der Breggen el año pasado. Son grandes nombres, son estrellas, y siempre te esperas lo mejor de ellas. Por ejemplo, todavía está Marianne Vos, que ha renovado contrato hace poco y nos deja ver que a pesar de que ahora mismo en cuanto a salud está en horas bajas su opción es seguir unos cuantos años más. Te da pena el momento de la despedida, el último día, esta es su última carrera, eso sí te da pena. Pero durante la temporada la afronto con la sensación de que Annemiek va a ir a por todo, de que va a elegir muy bien las carreras donde quiere estar y en las que vaya a estar va a ganar, no va a ir a hacer un buen puesto. Es una corredora insaciable de victorias, es una ganadora y aun así espero que se lo pongan complicado porque nos pueden dar entre todas una batalla muy bonita y creo que el ciclismo femenino necesita la exposición que le da la figura de Annemiek. El hecho de llevar a Annemiek a cualquier carrera ya te da un impacto mediático superior a cualquier otro tipo de participación.

¿Cuál va a ser su calendario, sólo el circuito femenino o también algo del masculino?

Estaré también haciendo carreras masculinas, poco a poco voy introduciéndome en el reparto con el resto de mis compañeros. Obviamente, voy a estar centrada en el calendario femenino porque es lo que más sigo ya desde el año pasado, pero sí estaré más con el pelotón masculino porque es bueno no sólo para mí como narradora, que quiero estar presente en los dos pelotones, sino también un poco como imagen, que no me han traído aquí sólo por ser chica para hacer las chicas.

¿Cómo lleva eso de ser la primera? Sigue siendo ver una rareza ver a una narradora en deportes considerados clásicamente masculinos.

Lo llevo bien. Me quedo con el respaldo que tengo de todos mis compañeros aquí dentro. Yo valoro mucho todo lo que me dicen alrededor. Obviamente unas opiniones te importan más que otras por la gente que aprecias no sólo profesionalmente, pero lo llevo bien en el sentido de que todos me apoyan. Lo mismo que me dijeron «Laura, estamos apostando por ti, creemos que es una responsabilidad para tu». Estoy muy tranquila de saber que poco a poco voy progresando y yo soy la primera que pregunto ¿cómo me ves?, ¿crees que he mejorado?, ¿qué es lo que crees que tengo que mejorar? Yo pregunto mucho a mis compañeros y reconozco que aunque tenga un altavoz muy grande no soy perfecta y me equivoco y tengo mucho que mejorar hasta llegar al nivel de otros compañeros. Pero sí es cierto que es una responsabilidad en cuanto a la exposición de las mujeres, es una cosa nueva, yo lo noto a veces en los comentarios de los espectadores, que muchas veces me comentan, por ejemplo, mi tono de voz en los finales. Tengo un tono de voz de mujer y sé que no es lo mismo escuchar un tono de voz grave y rudo como el de Javier Ares, que ya lleva muchos años de rodaje y lo tiene totalmente controlado, que la mía, que es más aguda y quizás para esos momentos de tensión todavía choca. Yo también voy mejorando en los aspectos que tengo que cambiar, pero creo que es cuestión de que todos nos acostumbremos a escuchar más voces femeninas, otros puntos de vista. Ahora que hay gente que me dice que soy el referente de muchas niñas. Pues espero que sí. A mí me hace mucha ilusión `pensar que hay niñas que en su deporte, no tiene por qué ser ciclismo, nunca escuchan a una mujer narrando y digan «si esta chica lo ha hecho en el ciclismo por qué no voy a poder hacer yo lo mismo». Lo intento ver desde la parte positiva de ser la primera, pero me fijo mucho en lo que me dicen aquí, sigo los consejos de Ares, de Clavijo, de Chozas, de Alix, e intento siempre aprender de ellos, escucharlos a ellos y ver cómo manejan los tiempos. Lo llevo bien. Es una responsabilidad por tener un altavoz muy grande, de repente tener 25 años y que te pongan en una cadena internacional a narrar ciclismo que es uno de los deportes con más contenido en la cadena, pero por el momento bien, con calma y a mejorar, que llevo muy poquito y todavía me queda mucho recorrido.

¿Es una dificultad no haber tenido un referente femenino? Porque no se trata de que imiten las narraciones masculinas.

No sé si una dificultad, yo también escuchaba a María Escario, a Paloma del Río, pero ellas hacían deportes más tranquilos, no utilizaban los mismos términos que nosotros, era un estilo de narración más pausado y quizá no había tantos momentos de tensión como podemos tener a veces en una etapa. Pero es la sensación de la oportunidad. Te fijas en ellas porque son mujeres, porque quieres llegar a un sitio parecido al suyo, pero a la hora de narrar ciclismo tenemos a los dos grandes, a Javier Ares y a Carlos de Andrés y cuando a mí me dijeron «vas a ser narradora y vas a contar las carreras de féminas», yo escuchaba a Javier Ares y si antes lo escuchaba con detenimiento ahora muchísimo más, para saber términos, momentos en los que alzar la voz, en los que te puedes relajar, en qué tipo de momento puedes contar una anécdota o centrarte en lo que está pasando. Yo he escuchado a Javier Ares y para narrar ciclismo me parece una referencia. A la hora de buscar mujeres es más complicado, sí que las encuentras, pero la cosa es tener que buscarlas. Muchas veces tú vas a una facultad de periodismo y todos te saben decir cinco o hasta diez nombres de narradores hombres. Preguntas por mujeres y no se saben ni tres nombres. Entonces ya no es sólo el hecho de darnos una oportunidad sino el nivel de exposición que nosotras tenemos.

¿Cómo es eso de tener a Javier Ares al lado?

Encantador, nos lo pasamos bomba. Además siempre cuento una anécdota que es algo que yo me llevo para siempre y es la primera carrera que yo narro en directo, que estaba supernerviosa, llevaba en la cabina como tres horas antes de empezar la retransmisión, estaba allí con mil papeles y todos me dijeron lo mismo, «cuando lleves unos cuantos años ya dejarás de imprimir tanto». Iba a empezar, estaba allí temblando y todo y viene Ares y se mete conmigo en la cabina y me dice «tú tranquila, lo vas a hacer muy bien, sabes de lo que vas a hablar, lo importante es controlar el tema, luego cómo lo cuentes ya irás mejorando con el tiempo, hoy no lo vas a hacer perfecto, pero el próximo día lo harás mejor». Me tranquilizó, me dijo cuatro cosas para que yo supiera que iba a salir todo bien, arranqué, estaba él en la silla de al lado, «¿qué tal?, buenos días, bienvenidos a Eurosport» y en cuanto arrancó la carrera se fue, me acuerdo de que él tenía que marrar París-Niza, pero fue bonito. La primera vez que yo narré, estaba Javier Ares, que es el maestro de esto del ciclismo, conmigo, apoyándome y dándome la mamo como si fuese un poco abrir la puerta a los que venimos por detrás. Es superespecial. Viene Javier a narrar la Vuelta y estamos preparando el programa de La Montonera y siempre es «Javier, ¿cómo lo ves? ¿Y por qué piensas que va a pasar eso?» Porque él lleva muchísimos años y él verá cosas que los demás no vemos. Yo aprendo muchísimo de ellos, de todos, pero sobre todo de Javier, que para mí es un referente y un ejemplo. No sólo a nivel profesional, a nivel personal me he sentido superapoyada por él.

¿Le ayuda haber sido ciclista a la hora de narrar?

Sí y además la gente lo nota. No sé en qué lo notan porque yo no estoy todo el día diciendo «es que yo competí», porque me parece muy egocéntrico y porque hace muchos años ya de eso, pero sí que lo noto en la actitud de las ciclistas o en los movimientos del pelotón, en cosas que nosotras hacíamos. Por ejemplo me pasó narrando el Tour de los Emiratos que no había visto la caída, pero la había escuchado, había escuchado caer una bicicleta. Y sí que lo noto en los gestos de las ciclistas, en los movimientos, en lo que puede pasar adelante y hay muchas veces que intento plantear varios escenarios. ¿Por qué un equipo está haciendo esto? Puede ser por esto o puede ser por esto otro, para enseñar o intentar mostrar al espectador que muchas veces todavía están aprendiendo todavía del ciclismo femenino, que las tácticas a veces son distintas, que pueden pasar varias cosas. Mucha gente me lo dice y me llama la atención, «se nota que has andado en bici». Y me parece bien que se note porque no lo estoy recordando todo el día.

¿Nota por eso el respeto de los espectadores o de los ciclistas?

Sí, y hay veces que ya me lo dicen descaradamente: «es que tú por lo menos te has subido a una bici». Pero yo no siempre tiro de eso y hay veces que también me equivoco. Yo he andado en bici, he competido, sé lo que son los nervios, la tensión de estar ahí y creo que eso me da una imagen, pero caemos en el cliché también de «la han puesto ahí por ser chica». A la vez que tenemos el comentario positivo de «qué bien, que tenemos una narradora, que ha andado en bici y que además es periodista y hace la combinación perfecta para narrar ciclismo femenino» también tenemos el comentario de «hacía falta meter una mujer y habéis metido a la primera que habéis visto». Yo creo que me da un respaldo porque sé de lo que hablo, sé cómo funciona el mundillo y sé que no le voy a gustar a todo el mundo, pero yo sé que no estaría aquí si no narrase bien las carreras o si no analizase bien una etapa. Ahí siempre hay que confiar en los que tienes alrededor porque siempre están a los que les gustas mucho y a los que no les gustas nada.

Aunque sea la primera narradora no es la primera mujer en el ciclismo en Eurosport. ¿Eso también le ha abierto una puerta?

Sí. Yo siempre lo dije, cuando quise estudiar periodismo y quise centrarme en el ciclismo Laura [Meseguer] era una de las periodistas a las que más seguía y decía «yo quiero vivir de esto también». Tampoco pretendía que fuese tan rápido y que me fuera tan bien porque hay muchos chavales que no están en una situación ni parecida a la que yo estoy viviendo, pero Laura siempre fue para mí un referente, un poco esa envidia sana de yo quiero también dedicarme a eso. También Marta [Sánchez Bellas]. Aquí en Eurosport normalmente el equipo está compensado entre hombres y mujeres, no sólo delante de la cámara sino por detrás en el equipo técnico. Marta viene de la radio y también tiene una faceta informativa superbuena y yo me fijo en muchos detalles. Porque normalmente estoy narrando, pero cuando me toca hacer otra cosa tengo que fijarme en quién es la que mejor lo hace aquí dentro. Son dos de las compañeras con las que más tiempo paso y con las que más aprendo y dentro del canal son un poco las que me van abriendo las puertas para que cuando yo vaya progresando vaya dando pasos hacia delante.