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MotoGP

Enea Bastianini hace llorar a la viuda de Fausto Gresini

Fantástica y algo inesperada victoria del italiano en Qatar. Un triunfo en memoria de dueño del equipo, fallecido por coronavirus. Nadia Padovani, su viuda, continúa al frente en su memoria

Enea Bastianini dedicó su primera victoria en MotoGP a la memoria de Fausto Gresini, fallecido por covid
Enea Bastianini dedicó su primera victoria en MotoGP a la memoria de Fausto Gresini, fallecido por covidNOUSHAD THEKKAYILAgencia EFE

La de Bastianini en Qatar es una de esas victorias que tiran a la basura todas las quinielas previas que se habían hecho sobre cómo empezaría el Mundial de MotoGP, y también de ésas en las que los protagonistas lo primero que hacen es mirar al cielo. La dedicatoria estaba allí arriba, desde donde miraba Fausto Gresini, histórico del motociclismo italiano y víctima del coronavirus durante la primera ola de la pandemia. Suyo era el equipo que ayer redebutaba en MotoGP como estructura privada después de unas temporadas asociada a la fábrica Aprilia. Su viuda, Nadia Padovani, decidió honrar la memoria de su marido asumiendo la dirección del equipo, tal y como a él le hubiese gustado.

Y resultó que, en el reestreno con esa denominación de Gresini Racing, va Bastianini y consigue a lo grande su primer triunfo en MotoGP. Eran lógicas las lágrimas de la nueva dueña, que subió al podio y, cuando recibió el trofeo, lo elevó por encima de su cabeza, para que su marido pudiera verlo desde allá donde esté. «La Bestia», que así se hace llamar el piloto ganador en Qatar, también se acordó de Gresini, porque además debutó de su mano en Moto3 en 2014. «Me gustaría dedicar esta victoria a Fausto. Desde el cielo nos ha ayudado a conseguirla. Empezamos juntos en el Mundial y es para él», decía Bastianini, tan emocionado como los que le escuchaban.

Fue un precioso cuento para una jornada en la que todo el mundo esperaba otra cosa, incluido el vencedor. «Creía que el podio era posible, pero no la victoria, aunque a falta de cinco vueltas he visto la oportunidad y que era posible», explicaba. Y es que ese momento fue el decisivo, cuando adelantó a Pol Espargaró y se fue solo gracias a que había guardado mucho mejor el combustible y los neumáticos. Había esperado la hora y había llegado, rompiendo todos los pronósticos que se habían hecho. Se impuso con algo de sorpresa y mucha claridad, para salvar el orgullo de Ducati o quizá todo lo contrario. La supuesta mejor moto de la parrilla ha sufrido un gran revés con sus pilotos oficiales en este arranque de curso, y encima va Bastianini y gana con la versión de la marca de 2021. «No creo que sea mejor que la de este año, sólo dicen eso porque he estado delante», defendía el piloto.

El italiano vivió el día perfecto a costa de Pol Espargaró, que durante muchas vueltas creyó en un comienzo de año ideal. El pasado sufrió mucho en su debut en el Repsol Honda, porque ya todo el mundo sabe que la moto era difícil de domar. La de 2022 es mucho mejor y más conducible, algo a lo que se ha adaptado muy bien el pequeño de los Espargaró. Salió como un tiro, se puso en cabeza y decidió cambiar los planes que tenía. «Ha sido todo al revés de lo que esperaba. Pensaba que me costaría empezar y que tendría que estar tranquilo. Pero me vi primero y he empezado a tirar. Veía que el ritmo era bueno e iba aumentando mi ventaja con el segundo. Luego me han empezado a saltar alarmas de gasto de gasolina y el neumático delantero se ha estropeado», explicaba Pol, contento con el podio por lo que puede suponer de cambio de tendencia. «El mensaje que envío es el de que tengo talento, la moto funciona y que esto es lo que podemos hacer este año. Aquí estoy yo y la moto también. Hace mucho que Honda no tiene dos pilotos luchando por los podios, y por eso lo pasé mal en 2021. Creo que tenemos las herramientas para hacerlo», se reivindicaba Policcio, seguramente el más beneficiado del cambio de rumbo de la marca en la evolución de la Honda.

«Quería ganar la carrera para mi hija, que cumple dos años, para que la viera cuando sea más mayor, pero el podio no ha estado mal», cerraba en DAZN uno de los más felices. Su hermano Aleix fue cuarto y le hizo el gesto de quitarse el sombrero cuando cruzaron la meta. Sabe mejor que nadie lo que ha sufrido Pol y ahora parece que podrá disfrutar.

Márquez va poco a poco

Ya avisaba durante el fin de semana Marc Márquez que no estaba para hacer grandes alardes. «Dije que era una posibilidad estar entre los cinco primeros y eso es lo que ha sucedido», confirmaba después de un quinto puesto que le deja más o menos satisfecho en un circuito que no se le da bien y teniendo en cuenta que todavía no está del todo adaptado a la nueva Honda. Cazó un buen tiempo en la Q2, pero en carrera no tuvo el ritmo para estar con los de delante. «Ha habido cinco más rápidos que yo, así que tenemos que mejorar, de todas maneras son unos buenos puntos para el campeonato», explicaba Marc, que no tiene más remedio que ir poco a poco en el año en el que quiere reconquistar el título de MotoGP.