Natalia se asfixia

La recta se hizo larga. Eterna. Y Natalia Rodríguez, que optó por disputar su semifinal de 1.500 detrás de todo el grupo para evitar codazos, no pudo remontar. Las fuerzas se iban y la brava catalana, que fue bronce hace dos años, parecía retroceder en lugar de avanzar porque era superada por las rivales. Ella, con su lazo negro en el brazo derecho por las víctimas de Santiago, pedía entrar en la final y a partir de ahí... Pero la final se escapó. Se sentía competitiva después de dos temporadas machacada por las lesiones. «Resurgiendo de las tinieblas...», se leía en su estado de Whatsapp. Pero no logró salir del todo. A sus 34 años se le marcha una de sus últimas oportunidades.

La semifinal femenina de 1.500 da el relevo a las series de los chicos en la distancia más clásica del atletismo nacional, que se disputan hoy, y que por primera vez sólo tendrá un representante español: David Bustos. «Hay una pequeña crisis», reconoció Ramon Cid, el director técnico de la Federación. Pero el análisis es más profundo. Han endurecido tanto las mínimas para el «milqui» (3:35.00) que han tenido que rellenar la participación con atletas que no llegaban ni de lejos y sólo han dejado de margen este año para conseguirlas, sin contar los resultados obtenidos el curso pasado. «Nos han machacado», cuenta Arturo Casado, que peleó hasta el último momento con Bustos por ir al Mundial. «Ahora han vuelto a cambiar el sistema y con el nuevo, dentro de dos años hubiéramos entrado tres», prosigue. Las oportunidades para lograr marca se reducen por culpa de la crisis. Muchos atletas tienen que pagarse de su bolsillo salir a competir fuera de España y algunos no pueden porque no hay dinero, y luego si sale una mala carrera no sirve de mucho. Y en España falta capital hasta para poner un par de buenas «liebres» que lleven a los atletas a lograr esa marca exigida, como sucedió en Huelva. «Puede que haya bajado el nivel, pero seguimos ahí. Con esta situación, ¿qué nos van a exigir? Nos dedicamos a esto por pasión a costa de dinero, y no hablo de mí, que sigo haciéndolo a nivel profesional, hablo de muchos otros que no tienen opción», añade el campeón de Europa en 2010. Eso es lo que hay y ahí está el mallorquín Bustos. «Está fuerte, creo y espero que la serie será un trámite para él», piensa Casado.