Tenis

Un regreso esperanzador de Nadal

Rafa se impone a Cobolli por 6-2 y 6-3 dejando síntomas de que puede volver a ser competitivo. En segunda ronda se medirá con Alex de Miñaur, un rival bastante más exigente que el italiano

Nadal, después de imponerse a Cobolli
Nadal, después de imponerse a CobolliEnric FontcubertaAgencia EFE

"Ha sido un buen comienzo", afirmaba Nadal después de ganar un partido 102 días después. Rafa se impuso en la primera ronda del Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó al italiano Flavio Cobolli por 6-2 y 6-3 en 86 minutos. Fue un Nadal que dejó detalles de lo que ha sido porque todo lo que puede suceder a partir de ahora es una montaña de interrogantes. Y así lo reconoce él mismo: "Después de meses, cuando vuelves, no se despejan las dudas en un día. Sobre todo, a nivel físico. He jugado el partido que tenía que jugar. Llevo unos meses sin poder sacar y tengo que hacerlo con precaución. Hay momentos en los que me siento más liberado y otros en los que voy con más cuidado y se me van más a la red, pero es todo parte del proceso", aseguró a Tomás Carbonell nada más terminar. El siguiente capítulo del proceso es Alex de Miñaur. El australiano es cosa seria. Es el número once del mundo, el tercer cabeza de serie del torneo y un jugador que no se va a ver superado por las circunstancias como durante muchos minutos le sucedió a Cobolli. "No sé qué esperar ahora. Es un momento en el que es difícil plantearme las cosas de una manera muy específica. Va a ser un ritmo que no sé si seré capaz de seguirlo, pero lo intentaré", afirmó Nadal.

Poco más se puede pedir a un jugador de 37 años, machacado por las lesiones, que llevaba tres meses y medio sin jugar y que no disputaba un partido oficial sobre tierra batida desde hace casi dos años. Nadal tuvo detalles del jugador que lleva siendo toda la vida. La colocación de las bolsas, de las botellas, de las toallas, los saltos, las carrerillas, los movimientos frenéticos antes de empezar, la derecha, el puño cerrado, las miradas... muchos gestos que reflejaban al Nadal de siempre. El italiano de 21 años alucinó con el ambiente que se respiraba en la central del Real Club de Tenis de Barcelona. Y durante buena parte del partido se mostró sorprendido por la consistencia que ofreció Rafa desde el fondo de la pista.

El de Manacor se movió bien considerando todas las circunstancias que rodeaban su regreso. Se le vio sólido desde el fondo y el saque lo fue resolviendo como buenamente pudo. Durante el primer set no tuvo problemas con el servicio y en el segundo tampoco sufrió demasiadas dificultades pese a las dos bolas de break que tuvo el italiano. Cobolli fue dócil al resto. Nadal dejó detalles que hablan de volver a sentirse competitivo. Hubo solidez desde el fondo, cambio de alturas, derechas que corrieron mucho y abrieron ángulos notables, un par de dejadas que las podía haber firmado el mismísimo Alcaraz y algún intercambio que resolvió con autoridad. Lo mejor, sus gestos. Las sonrisas que fue dejando antes, durante y después del partido valieron más que la victoria.