Tenis
Nadal escapa de la trampa de Fognini y se mete en tercera ronda del US Open
El español perdió el primer set y fue tres veces break abajo en el segundo, pero se recuperó para dar la vuelta al partido (2-6, 6-4, 6-2 y 6-1). Acabó sangrando tras golpearse la nariz con la raqueta
“Estoy con ansiedad”, le decía Nadal a su palco. Y fue decir eso y cambiar el rumbo del partido de segunda ronda del US Open que estaba jugando contra Fabio Fognini (venció por 2-6, 6-4, 6-2 y 6-1). Hasta ese momento, nada le estaba saliendo bien al español y el encuentro estaba cuesta arriba y más que se le podía poner. Pero fue pronunciar esas palabras y serenarse, primer paso para la reacción, porque el zurdo, habitualmente un seguro de vida en una pista de tenis, estaba cometiendo demasiados errores no forzados; especialmente con el revés, que se le quedaba en la red. El otro paso tenía que venir también del tenista que había al otro lado de la red. Porque Fognini es imprevisible y cuando engancha la racha, le salen ganadores desde cualquier lado. Con esa apatía con la que aparentemente juega, medio parado a veces, ¡pum! acelera la mano de forma increíble y la pelota vuela a toda velocidad.
Así se impuso el italiano con claridad en el primer set y comenzó mandando en el segundo con un break, que no supo confirmar después. Empezó a fallar más de la cuenta también él y contra un Nadal más sólido, el partido entró en el territorio de la locura. Porque Rafa también logró recuperar la segunda rotura, y la tercera, para pasar del 2-4 al 6-4 e igualar el encuentro. Tres veces estuvo con ventaja el italiano y no la remató ante un rival más disciplinado que preciso en esos momentos. Pero era lo que tocaba. “Ya saldrá”, le decía Moyá a Rafa desde el palco.
El balear fue subiendo su nivel y la magia llegó por fin a su raqueta con algunas derechas paralelas de esas que levantan del asiento a cualquiera, en carrera, con todo perdido. El estilo de juego de Fognini hace que nunca se pueda estar relajado y ni con un break de ventaja respiró Rafa en el tercer set. El italiano lo igualó, pero llegó la segunda rotura e incluso la tercera, suficiente esta vez sí para ponerse dos parciales a uno por delante.
Tener a Fabio en segunda ronda y además sin haber podido casi jugar en los últimos dos meses, como le ha sucedido al español, es una trampa de la que el manacorense logró escapar. No está en su mejor momento el italiano, pero siempre es peligroso por las pedradas que salen de su raqueta. Si tiene el día, estás apañado. Pero Nadal sabía que también es muy irregular y esperó su momento sin ceder a la desesperación para terminar por todo lo alto. Ni el incidente del cuarto set, en el que terminó sangrando por la nariz tras golpearse con la raqueta de forma accidental, pudo detenerlo.
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