Tenis
Djokovic se harta de las dudas y hará públicos sus informes médicos
El serbio estuvo al borde de la retirada en la tercera ronda del Open de Australia
En el momento en que Nadal se disponía a devolver una derecha profunda de McDonald en la segunda ronda del Open de Australia, Djokovic estaba siendo sometido al enésimo tratamiento en los isquios de su pierna izquierda. En cuestión de segundos, Rafa estaba apoyado sobre una de las vallas de publicidad de la Rod Laver después de haber hecho un movimiento extraño. De inmediato miró a su palco, torció el gesto y comunicó que algo no marchaba bien. Era el psoas iliaco de la pierna izquierda, un problema en la cadera que no era la primera vez que sufría. Lo siguiente fue la despedida ante el estadounidense y una baja, si todo marcha bien, en torno a dos meses. «He estado en la Clínica Tenis Teknon de Barcelona donde me han realizado unas pruebas. Se confirman los resultados de Melbourne y los plazos siguen siendo los mismos. Establecido los tratamientos a seguir y en tres semanas me realizarán nuevas pruebas para ver la evolución», comunicaba el zurdo el pasado jueves. Y al final del tuit aparecía un emoticono revelador: dos manos rezando.
A esas alturas Djokovic ya había superado las molestias físicas que le habían llevado a jugar la primera semana en Melbourne con un aparatoso vendaje en la pierna izquierda. Hasta la tercera ronda, ante Dimitrov, cuando su entorno incluso temió la retirada, el torneo fue una tortura para el serbio. Terminó como campeón en Adelaida, pero a punto estuvo de costarle muy caro por los problemas físicos con los que acabó el torneo. «Los días libres están siendo muy distintos a lo habitual porque me paso el día conectado a máquinas con el fin de recuperarme de mis molestias y tener el cuerpo preparado para competir», afirmaba Djokovic cuando empezó a despegar en la segunda semana. Lo que sucedió después ante De Miñaur, Rublev, Paul y Tsitsipas fue la confirmación de que las molestias eran pasado.
Las recurrentes dudas sobre sus problemas físicos han llevado al de Belgrado a asegurar que está dispuesto a mostrar los informes médicos que ratifican la existencia de esos problemas. Nada de molestias imaginarias. «Siento la necesidad de demostrar la veracidad de mis problemas porque algunos comentarios me han molestado. Pronto entraré en detalles y ofreceré pruebas, no tanto por las personas que dudan, sino por mí y toda la gente que me rodea», afirma. Su cuerpo médico le prohibió entrenarse durante la primera semana de Melbourne en los días en que no tuviera partido. «Hace dos años ya pasó lo mismo y hubo gente que también dudó. Ha sido un proceso agotador y he sentido el apoyo de Dios para salir adelante», confesó el balcánico.
Si las dudas rodean los plazos para el regreso de Rafa, aunque todo parece apuntar que podría volver en Montecarlo en el inicio de la temporada europea sobre tierra batida, el calendario de Djokovic está más abierto. El serbio, en un principio, está inscrito para el torneo de Dubai que arranca en algo menos de un mes (27 de febrero), pero, en teoría se perderá los dos Masters 1.000 estadounidenses porque sigue sin estar vacunado. Pero la fecha que está en rojo en el calendario de ambos es el 28 de mayo, el día que arranca Roland Garros.
Todo lo que suceda hasta entonces está condicionado por el físico de ambos. “Hay que ser claro: no diría que el cien por cien, pero el 97 por ciento de los jugadores que hubieran recibido la resonancia que recibió Nole el sábado antes de empezar el torneo, habrían ido directos al director y le habrían comunicado la retirada. Él, no. Novak es de otro planeta. Su cerebro funciona diferente. Llevo cuatro años con él, pero me sigue sorprendiendo cómo piensa. Ha hecho 77 terapias al día y cada día mejoraba. No me lo esperaba, la verdad. Estoy en shock”, comentaba Goran Ivanisevic, su técnico.
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