Ciclismo
Valverde: «A lo mejor me lo juego todo por ganar la Vuelta»
"Hemos cogido motivación", reconoce Alejandro Valverde después de los 28 segundos de esperanza arrancados a Vincenzo Nibali en las cuestas de Formigal. La debilidad del italiano que sólo él había advertido en las rampas de Peyragudes se manifestó en el ascenso a la estación de invierno. "Sigue estando difícil, pero ahora veo más posiblidades. El rival continúa siendo Nibali. . Él y Horner, aunque vamos todos muy al límite", añade. Por eso, todos atacan, pero se guardan unos gramos de fuerza por si la respuesta es más fuerte de lo esperado. "Las fuerzas están todas muy justas", asegura el murciano.
Pero él se ve fuerte, en el equipo también confían en que no va a "reventar"en los próximos días. Está sonriente, relajado y confiado en sus posibilidades. Y quedan aún tres etapas de montaña, tres posibilidades para intentar que la debilidad de Nibali que él fue el primero en intuir sea evidente para todos. "Hay dos días que son muy buenos, Peña Cabarga y el Angliru. El Naranco, no tanto", asegura. "El recorrido da para que podamos recortar diferencias. El que más puede marcar el final de la carrera es el Angliru. Es el más decisivo". Después del Angliru no queda nada más que vestir al vencedor de rojo definitivo. "Ya he ganado etapas y prefiero ser segundo que ganar en el Angliru, aunque una cosa lleva a la otra, y si gano tendré más posibilidades de ganar la Vuelta", dice. Y advierte: "A lo mejor me lo juego todo por intentar ganar la Vuelta sin pensar en defender el podio".
Valverde es tercero. Entre él y el líder está Horner, un veterano de 41 años al que no parece que le afecte su avanzada edad. "Ayer, después de tres dias durísimos, con frío y muchos kilómetros no dio síntomas de debilidad", explica el murciano. "Seguro que Nibali nos tiene miedo a Horner, a mí y a Purito, pero Horner está más cerca. Purito es el que más lejos está y tendrá que intentar algo. Detrás de él no creo que haya nadie que pueda ganar la Vuelta. El estadounidense es el hombre al que nadie esperaba, la sorpresa tardía. "Pero después de Hazallanas, que es una ascensión durisima, ya empezamos a tenerlo en cuenta".
Pero Valverde no renuncia a nada. Ya ganò la Vuelta en 2009. "Y creo que aquella fue más dura".