La Liège-Bastogne-Liège femenina, celebrada este fin de semana, se ha visto envuelta en la polémica debido a un episodio que ha tenido gran repercusión en las redes sociales. Un aficionado masculino, ataviado con el maillot del UAE Team Emirates, protagonizó uno de los momentos más bochornosos de la jornada al invadir el recorrido en plena competición, concretamente tras el ascenso a la célebre Côte de La Redoute, uno de los tramos más exigentes de la clásica belga.

El espontáneo recorrió varios metros corriendo junto al pelotón principal, interfiriendo de forma evidente en la marcha de las ciclistas y poniendo en riesgo tanto su seguridad como el desarrollo normal de la prueba. Su irrupción, además de imprudente, suscitó la preocupación de los organizadores y dejó atónitos a los espectadores que seguían la carrera en directo.

"Falta de respeto total"

La escena fue transmitida en vivo por televisión, y las comentaristas Laura Álvarez y Dori Ruano, encargadas de narrar la competición para Eurosport no ocultaron su indignación. Ambas denunciaron sin ambages la “falta de respeto total” que supuso este acto hacia las corredoras, subrayando el peligro que implica la presencia de personas ajenas a la competición en una carrera de este nivel.

La rápida intervención de la organización, que actuó a través de una motocicleta de apoyo que seguía a las ciclistas, permitió retirar al espontáneo antes de que se produjera un accidente de mayores consecuencias. Sin embargo, la polémica ya estaba servida. La acción del intruso provocó una avalancha de críticas en redes sociales, donde aficionados y profesionales del ciclismo coincidieron en señalar la peligrosidad y la falta de respeto implícitas en comportamientos de este tipo.

Falta de seguridad

Más allá del incidente puntual, lo sucedido reabrió el debate sobre la seguridad en las carreras ciclistas femeninas. Muchas deportistas y voces del sector lamentaron que, en demasiadas ocasiones, las medidas de protección en las pruebas femeninas no alcancen el nivel de rigor que sí se observa en las competiciones masculinas. Consideran que estas diferencias no solo suponen una desventaja en cuanto a las condiciones de carrera, sino que también atentan contra la integridad y el respeto que merecen las corredoras.

El bochornoso episodio empañó en parte una jornada que debía estar dedicada al espectáculo deportivo y a la celebración del talento de las mejores ciclistas del mundo. Aunque el incidente no derivó en consecuencias graves, el malestar en el pelotón y entre los aficionados era evidente, dado que se percibió como un atentado contra el profesionalismo y el esfuerzo de las participantes.

Le Court se llevó la victoria

Pese a la interrupción y el revuelo generado, la Liège-Bastogne-Liège femenina pudo continuar con normalidad y culminó con una emocionante resolución al esprint. La gran protagonista fue Kimberley Le Court, ciclista mauriciana del equipo AG Insurance-Soudal, quien logró imponerse en una ajustada llegada tras una exigente jornada de competición.

Le Court sorprendió al imponerse en un esprint reducido en el que se enfrentó a dos de las grandes favoritas, las neerlandesas Puck Pieterse y Demi Vollering. Las tres corredoras cruzaron la línea de meta con el mismo tiempo, reflejando la igualdad que reinó en los compases finales de la carrera

Por su parte, la representación española estuvo a cargo de Mireia Benito, también del AG Insurance-Soudal, quien terminó en la posición 35, a más de cinco minutos de la ganadora. A pesar de no haber logrado un puesto de privilegio, la ciclista catalana firmó una actuación digna en una de las clásicas más prestigiosas del calendario WorldTour femenino.