Vingegaard gana el Dauphiné sin rivales

«El Dauphiné es una de las carreras más importantes del mundo», dice Jonas Vingegaard después de ganar la carrera francesa. Un ensayo para el Tour en el que ha mandado un poderoso aviso a Tadej Pogacar, su gran rival y uno de los pocos con lo s que no se ha cruzado en el Dauphiné. A los demás apenas les ha dado opción.

El danés no ganó la última etapa, ese honor fue para Ciccone, El italiano, que se ha llevado también el maillot de la montaña, se escapó en el Col de Porte y levantó los brazos en la subida a Bastille de Grenoble, la cima en la que finalizaba la jornada.

La carrera de Vingegaard era otra. Nadie amenazaba su victoria en la general, pero nos quiso llegar acompañado hasta el final. Es importante ganar, pero también cómo se hace y el ganador del Tour del año pasado se empeña en demostrar a sus rivales en cada carrera que no pueden competir con él. Ha arrasado durante toda la temporada en esa competición paralela que ha llevado con Pogacar, que también ha arrasado por su lado.

«Yates quiso acelerar en la subida final, y Majka estaba al frente, pero me sentía bien y lo intenté en solitario. Creo que puedo estar muy satisfecho con toda la semana. Estoy en buena forma y todo el equipo corrió fantásticamente. En cierto modo, estoy sorprendido con las diferencias en la clasificación general», explicaba después de la etapa.

Ahora quedan 20 días para que comience el Tour y para que vuelva a encontrarse con Pogacar. Vingegaard ha demostrado que está en muy buena forma, pero es imposible mantener ese estado hasta llegar a París. «Ahora me relajaré unos días y luego haré la última preparación para el Tour de Francia. Todavía tengo un poco de trabajo por hacer, pero no es mucho», admite. La carretera habla y propone una atractiva pelea con Pogacar.