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Zidane deja al Madrid en «shock»

Le dijo a Florentino el miércoles que se marchaba. El presidente intentó convencerle esa misma tarde y ayer por la mañana, pero fue imposible. Se va porque considera que su mensaje y su método no pueden sacar más de estos jugadores.

El entrenador del Real Madrid Zinedine Zidane ha anunciado en conferencia de prensa que deja de ser el técnico del Real Madrid. EFE/ Fernando Alvarado
El entrenador del Real Madrid Zinedine Zidane ha anunciado en conferencia de prensa que deja de ser el técnico del Real Madrid. EFE/ Fernando Alvaradolarazon

Le dijo a Florentino el miércoles que se marchaba. El presidente intentó convencerle esa misma tarde y ayer por la mañana, pero fue imposible. Se va porque considera que su mensaje y su método no pueden sacar más de estos jugadores.

Nadie sabe qué pasa por la cabeza de Zidane. Sus silencios son misteriosos y sus decisiones, ayer más que nunca, sorprendentes. Durante sus tres años en el Real Madrid casi nadie ha conseguido adivinar sus alineaciones. Tampoco se adivinó, cuando era jugador, que se marchaba un año antes de que terminase su contrato, renunciando al sueldo que le tocaba. Por eso, el miércoles, cuando Florentino se reunió con el entrenador francés para, creía, hablar de la próxima temporada y continuar planificándola, no esperaba la bomba que le soltó Zidane. Había tomado «la decisión de no seguir como entrenador». Y no ha habido manera de hacerle cambiar de opinión.

Ayer por la mañana lo volvió a intentar Florentino Pérez, acompañado de José Ángel Sánchez en Valdebebas, el lugar de trabajo de Zizou durante los dos últimos años y medio. Pero fue imposible convencerle. El francés se lo comunicó a Sergio Ramos y la noticia corrió por todos los miembros del vestuario. Ronaldo ha anunciado su marcha; Bale ha dejado muy claras sus intenciones. Si se ponían tercos, el Madrid podía asumir el adiós de ambos. Sería una pequeña revolución, pero no una sorpresa y el club está preparado para responder y actuar en consecuencia. Zidane, en cambio, se ha marchado sin dar una pista, sin dar ninguna posibilidad a la opción de quedarse, dejando al club sin capacidad de reacción durante algunos instantes. «Es una decisión inesperada y es un día triste para mí», decía Florentino Pérez, compungido al lado del entrenador durante toda la conferencia de Prensa. «Es un día triste también para los jugadores y para los que trabajan en el Madrid. Pero si tomó la decisión, hay que asumirla. Ha sido un gran impacto», continuaba.

Han sido 878 días como entrenador del primer equipo. Llegó en enero de 2016 como técnico de urgencia para solucionar lo que había roto Benítez y despacio, pero con decisión, sin duda y aprendiendo sobre la marcha, se hizo con el vestuario y el Madrid dejó atrás el desorden, el pesimismo y se lanzó hacia un ciclo histórico. «Siempre he querido transmitir serenidad, trabajo, entrega y he tenido el respeto de los jugadores y eso ha sido fundamental. Después de tres años es difícil seguir haciendo lo que hemos hecho, ganando tres Champions. Ya no veo tan claro seguir ganando y yo soy ganador y me gusta ganar. Si tengo la sensación de que no voy a ganar, entonces hay que cambiar. No voy a echar la culpa a otros, no voy a decir la culpa la tiene éste o éste. Me voy yo».

No ha sido un año fácil para Zizou, que pasó un mal otoño y no fue hasta el final del invierno, con la eliminatoria contra el PSG, cuando consiguió enderezar el rumbo del equipo y llevarlo, una vez más, al triunfo en Europa. En esos días malos, dentro del club se tuvo la sospecha de que a final de temporada el entrenador podía dar la sorpresa, más que nada por su manera de ser. Pero después, con el equipo focalizado en Europa, no aparecieron más indicios.

Hubo partidos complicados y el entrenador tuvo que tomar decisiones para revertir la situación. Dejó en el banquillo a Bale, también ha prescindido de Benzema. Hizo parar la operación Kepa en el mercado de invierno para proteger al vestuario. «Es un desgaste natural», explicó ayer el ya ex entrenador del Madrid. Un desgaste que se va a incrementar este verano, cuando se tomen decisiones acerca del futuro de jugadores importantes. «Pero lo de los fichajes es una parte de tu trabajo como entrenador», se defendió ayer Zizou. «Y no tiene que ver con eso. Esto es más simple, es un cambio para seguir ganando».

El técnico recordó sus mejores momentos en el club blanco. «El mejor recuerdo que tengo es cuando el ''presi'' me trajo. Jugar en el Real Madrid es un sueño de muchos jugadores. Hay muchas cosas buenas, como haber ganado la Champions, pero la Liga fue el máximo». Son 9 títulos de 13 competidos. Es el segundo entrenador con más trofeos en el conjunto blanco después de Miguel Muñoz, sólo que en apenas dos años y medio. Sin embargo, quizá la clave de su marcha no está en los éxitos (aunque dejó entrever que si la temporada hubiese acabado sin títulos, podría haberse quedado), quizá la clave se encuentre en los fracasos. «¿El peor momento?, haber perdido contra el Leganés la vuelta de Copa en el Bernabéu, ahí me quedé...».

Puede que en ese momento se diese cuenta de que su mensaje no tenía la misma capacidad de convencer que meses atrás. «Lo hago por el bien de este equipo y del club, porque conmigo hubiese sido complicado ganar el año que viene. Ha habido buenos momentos y momentos difíciles y complicados y no los olvido. Si se trata de seguir otra temporada y que acabe mal no quiero. Quiero terminar cuando todo va bien», insistió Zidane.

«Hasta pronto», le había dicho Florentino antes. «No tengo dudas de que volverás». «No estoy triste», dijo Zidane en una de sus respuestas. «Es un hasta pronto».