Teresa Ribera
La despedida de Ribera a Sevilla: “Si no está cómodo, que se vaya”
Se desvincula de dimisión y pide tranquilidad. La vicepresidenta niega los rumores que la acusan de intervenir en la gestión de REE
Teresa Ribera tiene la última palabra. «Es un señor al que conocemos todos y si no está cómodo es comprensible que se vaya», expresó la videpresidenta y ministra de Transición Ecológica, en referencia a la renuncia de Jordi Sevilla de la presidencia de Red Eléctrica. Ribera se lavó las manos y desvinculó la salida del exministro socialista de REE de los rumores que apuntaban a posibles discrepancias con el nuevo modelo renovable de la coalición socialcomunista. «Tenemos mucha rumorología, pero jamás ha habido una injerencia por parte de esta ministra», aseguró. Sin embargo, ante el secretismo que rodeó a la renuncia de Sevilla, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) exigió al secretario del consejo de Red Eléctrica que comunicase los pormenores de la decisión, ya que una intervención directa del Ejecutivo sería considerada como una infracción grave.
Al igual que cuando saltó la noticia, Ribera se limitó a asegurar la independencia de la compañía y las decisiones personales de su ya expresidente. «Es un señor al que conocemos todos, por su gran capacidad expansiva en términos de comunicación», expresó Ribera. La vicepresidenta mostró sus respetos a la renuncia de Jordi Sevilla y agradeció los esfuerzos realizados por el economista y político socialista por intentar consolidar REE, que calificó como una de las «joyas de la corona del IBEX 35».
La empresa desempeñará un papel de vital importancia en la transición energética, un materia que podría haber sido el punto de inflexión para Sevilla. Pese a que su salida se produjo oficialmente por «motivos personales», en su carta de dimisión, Sevilla recalcó el éxito de la cantidad de potencia renovable instalada. En este sentido, en declaraciones a los medios antes de participar en la presentación del BforPlanet en el Palau de la Música de Barcelona, Teresa Ribera defendió que ahora «lo más importante es que esta empresa, en pleno proceso de cambio, de apertura y de introducción de nuevas actividades, recupere la tranquilidad» tras la salida de Jordi Sevilla, que calificó como «particularmente llamativa».
El Estado, a través de la SEPI, es el máximo accionista de la empresa con un 20% del capital, y como tal le corresponde nombrar al presidente. Jordi Sevilla, militante y vinculado a la escena socialista llegó a la empresa en 2018 de la mano de Pedro Sánchez, por lo que parecía ser el candidato idóneo para mantener «una relación fluida con el Gobierno», un requisito que Ribera reclama al próximo líder la Red Eléctrica. Por ello, su salida resultó cuanto menos extraña. Las discrepancias sobre el proyecto de nacionalización de REE por parte de Podemos y la interferencias de Ribera en las decisiones estratégicas de la compañía habrían sido el detonante de su retirada.
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