PIB

La economía española creció el 2% en 2019, su menor ritmo en cinco años

El gasto público registra su mayor alza en diez años, mientras el consumo y la inversión se desaceleran y el sector agrícola se hunde

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Nadia Calviño, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación DigitallarazonASUNTOS ECONÓMICOS Y TRANSFORMAC

Esta misma semana la vicepresidenta Económica, Nadia Calviño, adelantaba que el crecimiento de la economía española se situaría en torno al 2% a cierre de 2019. Y así ha sido. El Producto Interior Bruto avanzó justo un 2%, cuatro décimas menos que en 2018 y el menor ritmo desde 2014, como consecuencia de la debilidad de la demanda interna. Pese a que el último trimestre mostró una leve recuperación, al sumar cinco décimas gracias al buen comportamiento del sector exterior, el Gobierno no ha podido alcanzar la previsión que había adelantado en el Plan de Estabilidad y que ya corrigió tras el verano, cuando lo situó en el 2,1%. El dato avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) coincide con el del Banco de España y el del FMI, que ya advirtieron de la ralentización observada en los últimos trimestres. El crecimiento del 0,5% se produjo tras un crecimiento del gasto público del 0,6% en el trimestre, el mismo que en el anterior, mientras que el consumo de los hogares se desaceleró ocho décimas entre octubre y diciembre, hasta quedarse plano. Sin el efecto de la inflación, el PIB se situó en el cuarto trimestre en el 1,7 % interanual.

El empleo repuntó el 0,9% en el cuarto trimestre, lo que supone una aceleración de ocho décimas respecto al incremento registrado en el tercero, mientras que creció un 2% interanual, con la creación de 358.000 puestos de trabajo. Sin embargo, este incremento es el menor desde la recuperación de la crisis. De hecho, la agricultura destruyó puestos de trabajo a un ritmo del 4,5%. La tasa de variación interanual del empleo en la Industria vuelve a mostrar síntomas de agotamiento, situándose en el 1,9%, lo que supone siete décimas menos que en el trimestre precedente. En el caso de la Construcción, la variación interanual del empleo es del 0,9%, con un descenso de 1,3 puntos respecto al trimestre anterior. Mejor comportamiento tuvo el sector Servicios, que aumentó cinco décimas su crecimiento interanual respecto al trimestre anterior, hasta el 2,4%. Además, el gasto público, que se disparó un 2,2%, tres décimas más que en 2018 y su mayor alza en diez años.

Pese a la evidente ralentización, desde el Ministerio de Asuntos Económicos se valoró positivamente la evolución del PIB en el último trimestre de 2019, porque “es un dato positivo, bastante superior a la media de la zona euro y nuestros principales competidores”, aunque sí reconocieron que “no podemos ignorar que existe un cierto freno del crecimiento por culpa de la ralentización”. Economía lo achaca al parón de la demanda nacional -tanto del consumo como de la inversión-, que contribuyó al crecimiento 1,1 puntos menos que en 2018 -un 1,5 puntos en el cómputo anual-, mientras que la demanda externa -las exportaciones e importaciones- aportó 0,4 puntos, con lo que vuelve a tener una contribución positiva al PIB tras restar 0,3 puntos en 2018. Esta aceleración se produce por un incremento en la tasa interanual de las exportaciones de bienes (del 1,4% al 3,5%), mientras que las exportaciones de servicios moderan su tasa de variación al 4,1% desde el 6,7% del trimestre anterior.

Pero el dato concreto del consumo de los hogares -uno de los más importantes- apenas creció un 1,1% en 2019, lo que significan siete décimas menos que en el anterior ejercicio y la tasa más baja desde 2013. La inversión creció un 1,9 % y encadenó seis años al alza, pero, al igual que ocurre con el consumo, se trata de la tasa más baja desde 2013, año en el que la demanda interna aún caía.