Sabadell descarta una fusión con Bankia

Los buenos resultados adelantados el jueves por Banco Sabadell, con un beneficio de 768 millones de euros en 2019, un 134% más que en el año anterior, auguraban un placentero acto de presentación de cuentas en sus oficinas centrales de Madrid. Pero los vaivenes que en los primeros compases del año están viviendo las entidades financieras en bolsa restaron alegría al momento, aunque no añadió preocupación entre la junta directiva presente. Ni siquiera tras conocer 'in situ' la bajada superior al 10% que sufría la entidad en el parqué nacional. El consejero delegado, Jaime Guardiola, lo achacó al ajuste adicional “no esperado por el mercado” por la venta de carteras. “Es posible que al mercado le puede haber sorprendido el cierre de carteras, que se daba por terminada y que han producido unas pérdidas adicionales en el balance en el último trimestre que no esperábamos. Puede ser una razón que explique lo que se está produciendo”. No le ha valido a la entidad catalana ser uno de las dos bancos que han presentado en 2019 un beneficio neto -el otro ha sido Bankinter- para evitar cierto nerviosimo entre los inversores, aunque entienden que esto es solo “un ajuste”.

Que esta situación se pueda achacar a los rumores de fusión con otras entidades -Bankia o BBVA, principalmente- fue rotundamente descartada por su presidente, Josep Oliu, que aseguró que, “hoy por hoy”, no contempla ninguna fusión y apuesta por culminar “en solitario” el plan estratégico previsto. “Queremos llevar a cabo nuestros planes comerciales y de digitalización, reducir costes y lograr la máxima rentabilidad para nuestros accionistas”. Quiso así enfriar las expectativas generadas tras unas declaraciones en las que abría la puerta a la posibilidad de efectuarse “consolidaciones bancarias en España” y después de reconocer el interés que Sabadell tuvo por hacerse con Bankia en el peor momento de la crisis. También descartó que el banco pudiera sufrir una operación financiera de compra por parte de otra entidad. “Nosotros no tememos nada. Ahora mismo, según está el mercado, todos los bancos estamos especialmente baratos. Pero no veo una operación de ese tipo ahora mismo”.

Asimismo, negó con rotundidad que estuviera en sus planes deshacerse de su filial británica, TSB, de la que tras un pasado año de complicada reestructuración, esperan que sea uno de los activos con más expectativas del grupo. “No vamos a vender. Nuestros planes para los próximos años se enfocan en crecer en España, en Reino Unido y en México”.

El presidente del Sabadell, que nunca rehúye el cuerpo a cuerpo, quiso lanzar una aviso de navegantes al Gobierno sobre el aumento de la presión fiscal sobre la banca -la controvertida “tasa Tobin”-, que confía que no se produzca. “Sería muy contraproducente en estos momentos. Evidentemente, nosotros no vemos con buenos ojos impuestos diferenciados para la banca. Creo que por justicia fiscal todos deberíamos tener los mismos” para poder “jugar en un terreno de juego nivelado”, donde todas las empresas “pagan igual”. Oliu también avisó sobre los efectos perniciosos de implantar determinadas figuras fiscales sin una coordinación internacional. “Sería muy perjudicial para la competitividad de los bancos españoles en el mercado internacional. Si se aplican nuevos impuestos sobre algunos de los elementos o características bancarias y no se hace en coordinación con la Unión Europea, las distorsiones que puede generar en el mercado puede ser especialmente malas para nuestro país”. El banquero conminó a que se establezcan fórmulas fiscales “eficientes de verdad” y advirtió sobre la “mínima” capacidad recaudatoria que, a su juicio, tendrán “algunas medidas fiscales sobre la renta o la riqueza” -refiriéndose al aumento del gravamen a las rentas más altas y en Sociedades-.

Oliu, de 71 años, descartó que tuviera pensado soltar las riendas de la entidad en un futuro cercano. “No me lo he planteado todavía”, pero aseguró que, “cuando lo haga, el banco quedará en buenas manos”.

En lo estrictamente financiero, Sabadell cerró 2019 con un beneficio de 768 millones de euros, un 134,4% más que en 2018, cuando su resultado se vio lastrado por los problemas en TSB. Los ingresos del negocio bancario del grupo, que engloban el margen de intereses y las comisiones netas, aumentaron en el último año un 1%, hasta los 5.061 millones, en un entorno de tipos negativos. En concreto, el margen de intereses se situó en 3.622 millones, un 1,4% menos, mientras que las comisiones netas crecieron un 7,7%, hasta los 1.439 millones, impulsadas por el buen comportamiento de las de servicio, con incrementos en todos los segmentos.