Repsol pide una “plan renove” del automóvil que se centre en vehículos fabricados en España

Más industria y un apoyo decidido al sector del automóvil. Esa es la fórmula por la que apuesta Repsol para que España salga más rápido de la crisis económica a la que se enfrenta por el coronavirus. La compañía energética, que ha celebrado hoy por primera vez en su historia su junta de accionistas de forma telemática, ha pedido «la puesta en marcha» de un «plan renove» para el automóvil, «focalizado en el tipo y gamas de vehículo que más se fabrican en España, convencionales e híbridos», con el que apoyar a esta industria, según ha explicado su presidente, Antonio Brufau.

Ataviado con mascarilla y guantes, Brufau, en su discurso, ha reclamado un gran pacto en favor de la industria, dado que con un mayor peso de la industria, la economía española «será más resistente». El directivo ha explicado que la industria genera «los puestos de trabajo más estables y mejor pagados» y que los países que han apostado por ella, como Alemania, Corea del Sur o la República Checa, parten con «ventajas competitivas claras». “Sin industria es muy difícil que afloren la investigación, el desarrollo tecnológico y el diseño", ha remarcado el presidente de la energética. El directivo ha recordado, además, que el 80% de las exportaciones son industriales.

Respecto al «plan renove», Repsol no sólo lo ve como una palanca para recuperar a la industria automotriz, de gran importancia para el PIB español, sino como un freno al riesgo de que los niveles de contaminación empeoren por una envejecimiento del parque automovilístico como sucedió en la anterior crisis, lo que ha llevado a que la edad media se sitúe en 12 años. Como ha explicado su consejero delgado, Josu Jon Imaz, el coronavirus está provocando un uso cada vez mayor al vehículo privado como medida de protección. Por eso, ha añadido, es importante poner en marcha un «plan renove», pero orientado a ciertas tecnologías. Imaz ha considera que debe centrarse en aquellos vehículos «que se fabriquen en España» y que utilicen las tecnologías de descarbonización que ya existen, «no yendo a un esquema de tecnologías que no están maduras», que, además, es utilizado «por aquellos segmentos económicos de poder adquisitivo más alto y que normalmente vienen financiados por los impuestos de todos, incluidos las clases más desfavorecidas».