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Los retrasos en la UE ponen en peligro la financiación de los ERTE

La aportación financiera de los Estados al SURE ha dilatado los plazos. El Ministerio de Economía sigue sin revelar cuánto dinero pedirá prestado

Banderas de la Unión Europea frente a la sede de la Comisión Europea
Banderas de la Unión Europea frente a la sede de la Comisión Europealarazon

El dinero europeo para financiar los ERTE tendrá que esperar. El pasado mes de mayo, los Veintisiete llegaron a un acuerdo para crear el instrumento conocido como SURE, que con una dotación de 100.000 millones de euros pretende auxiliar a los países que lo soliciten a través de préstamos ventajosos movilizados a través de la triple A de la Comisión Europea, la máxima calificación crediticia. Estaba previsto que este nuevo instrumento estuviera operativo desde el pasado 1 de junio, pero los retrasos en la aportación de las garantías –25.000 millones de euros– por parte de los Estados miembros han dilatado estos plazos. La puesta en marcha de esta herramienta requiere que todas las capitales aporten sus avales según su Renta Nacional Bruta y, en algunos casos, es necesaria la luz verde de los respectivos parlamentos.

Fuentes del Ministerio de Economía español confían es que España pueda solicitar la ayuda europea durante el mes de julio, una vez que esta herramienta esté plenamente operativa y que los fondos puedan comenzar a llegar a nuestro país durante este año, al menos en parte, a través de un «proceso ágil». Sin embargo, las mismas fuentes se resisten a revelar cuánto dinero pedirá España a este mecanismo europeo, aunque las intenciones de solicitar el auxilio de este salvavidas comunitario siempre han estado fuera de toda duda. En su programa de estabilidad remitido a Bruselas, el Gobierno de Pedro Sánchez cifra en casi 18.000 millones de euros lo costes de los ERTE para las arcas españolas, a lo que se sumaría el dinero empleado para ayudar a los autónomos obligados al cese de sus actividades –casi 1.000 millones–.

Este instrumento creado de forma expresa para luchar contra los estragos económicos del coronavirus permanecerá disponible hasta finales de 2022, aunque su puesta en marcha podría extenderse en periodos de seis meses según la evolución de la pandemia y sus efectos sobre la economía. Las mismas fuentes destacan el ahorro que supondrá para España recurrir a este mecanismo, ya que no tendrá que sufragar los ERTE con sus emisiones de deuda a través del Tesoro español, sino con la holgura que otorgan las finanzas europeas. De esta forma, los intereses de los créditos que nuestro país tendría que devolver se situarían «en torno a los tres puntos básicos», más el coste de financiación que la Comisión Europea consiga en los mercados. Además, para España, recurrir al SURE supone un «apoyo político», ya que nuestro país siempre ha considerado esta herramienta como un embrión de un mecanismo de reaseguro europeo de desempleo.