Empresas
Xandra Falcó: «El lujo no tiene que ser carísimo, sino excelente»
La nueva presidenta del Círculo Fortuny afronta una etapa compleja al frente de la asociación de marcas «premium», que fundó su padre, Carlos Falcó. Cree que, aunque el sector sufrirá, saldrá adelante porque ya ha demostrado su resiliencia en crisis anteriores.
Xandra Falcó y Girod ha asumido este mes de junio la presidencia del Círculo Fortuny, principal asociación española de la alta gama y de la excelencia. La marquesa de Mirabel, título nobiliario que heredó de su abuela, toma así las riendas de una institución fundada por su padre, Carlos Falcó, que integra a más de medio centenar de empresas cuyo objetivo es dar a las marcas del sector cultural y creativo de la excelencia española visibilidad tanto nacional como internacional. Loewe, Marqués de Griñón Family States, Cinco Jotas, Puerto Banús, el Museo del Prado, la Real Academia de Gastronomía, el Teatro Real de Madrid o el Liceu de Barcelona son algunos de sus distinguidos socios.
Nueva etapa y supongo que con muchos retos por delante, más teniendo en cuenta la actual situación económica...
Estoy encantada y muy ilusionada. Aunque llevo mucho tiempo colaborando con el Círculo Fortuny, desde su fundación en 2011, soy consciente de que estamos en un momento profundamente complejo. Sin embargo, no todo es malo. A veces, las crisis son momentos de oportunidades. Hay que saber aprovecharlas para relanzarse.
¿Qué retos se plantea el Círculo Fortuny a partir de ahora?
Sobre todo queremos apostar por el turismo de calidad, de alto valor añadido, y fortalecer el ámbito digital, ayudando a las marcas a poner al día tanto lo que se refiere a compras online como al servicio postventa –hay que tener en cuenta que, en el medio plazo, las compras por internet van a suponer el 20% del total de las adquisiciones de lujo–. Un tercer pilar en que se fundamenta nuestro plan estratégico, que ya era una ambición anterior y en el que hemos trabajado mucho, es el de reforzar la excelencia artesana para que el trabajo de estos profesionales sea plenamente reconocido.
Su padre fue el fundador del Círculo Fortuny, ¿qué le transmitió?
Fundamentalmente, el valor de la cultura, la innovación y la perseverancia, que cuando se lucha por algo en lo que se cree, se consigue.
¿Qué es para usted el lujo?
Un lujo puede ser tanto un momento con alguien a quien quieres como una experiencia o un bien. Para mí, un lujo es disfrutar de una buena botella de vino con mis amigos. El lujo es cada vez más emoción, la cual ha de estar basada en la confianza que hay detrás de un servicio o un producto.
¿Tiene que ser carísimo?
Para nada. Pueden ser cosas muy sencillas. Por ejemplo, una botella del mejor aceite del mundo cuesta menos de 20 euros. El lujo no tiene que ser carísimo, sino excelente.
¿Por qué es necesaria una asociación como el Círculo Fortuny?
Porque España es saber hacer, cultura, creatividad y una forma de vivir, que es la que hace que la gente quiera venir a nuestro país. El Círculo quiere prestigiar esa excelencia, tanto de puertas para adentro como en el exterior. Nació hace casi una década con la vocación de promover la imagen de España en positivo, y en ello continuamos.
¿Por qué España no termina de despuntar como destino de lujo si se compara a otros países, cuyas capitales son auténticos referentes?
En España, hemos empezado más tarde, pero ya estamos aquí, y lo importante es mirar hacia el futuro.
Va a ser cierto aquello de que «no nos sabemos vender»...
Cada vez nos vendemos mejor y ya estamos en el imaginario del turismo internacional. Lo que hay que hacer ahora es poner el empeño en competir, y para ello hay que poner el foco en el turismo de largo recorrido. Hay que apostar por la promoción, sobre todo en los países de origen de nuestros visitantes. En este sentido, hay que girar la mirada hacia Asia, aunque sin olvidar Europa. No hay que pensar solo en número de turistas, sino en gasto por noche, porque este turismo de calidad es más sostenible a largo plazo.
¿Cuál es nuestro fuerte?
Sin duda, la experiencia y la hospitalidad. Por ejemplo, somos número uno es gastronomía, y hay que aprovechar esas fortalezas. Dos actuaciones van a ser fundamentales en esta época postcovid: la seguridad sanitaria y la sostenibilidad. De cómo lo gestionemos, va a depender en gran medida que nos elijan.
¿Es la excelencia compatible con el «low cost»?
Creo que sí. Se trata de los dos extremos de la pirámide, pero ambos pueden coexistir. El lujo es un valor seguro. Estamos ante una crisis compleja, pero está demostrado que son las empresas de este sector las que mejor afrontan situaciones como la que estamos viviendo. Se prevé una caída de las ventas del 25% este año, una facturación que no se recuperará hasta 2022 o 2023. El sector sufrirá, pero saldrá adelante porque es más resiliente que otros, como ya ha demostrado en anteriores crisis.
¿Qué le pediría al Gobierno?
Que tenga en cuenta al sector y sea consciente de que los productos de todos nuestros socios están hechos en España y que generan empleo, especialmente, rural. Las industrias culturales y creativas de este segmento representan el 4% del PIB europeo, peso que aumenta hasta el 10% en experiencias.
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