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Las empresas suman pérdidas por segunda vez en este siglo

Un informe del Banco de España sobre los resultados de la Central de Balances Trimestral recorta el beneficio de las compañías no financieras un 63%, la primera vez desde 2002

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La crisis del coronavirus está siendo más pronunciada y más peligrosa de lo que se auguraba en el mes de marzo. La paralización de la práctica totalidad la actividad empresarial por culpa del confinamiento para atajar los efectos de la pandemia ha provocado que el resultado neto de las empresas no financieras fuera negativo en el primer trimestre del año, situación que ha ocurrido por segunda vez durante este siglo, cuando en el 2002 se vivió la primera crisis financiera del siglo XXI, según los datos de la Central de Balances del Banco de España.

Las empresas no financieras cerraron el primer trimestre del año con una fuerte caída de sus beneficios, que se desplomaron un 63% en su resultado ordinario neto en comparación con el mismo período del año anterior, cuando creció un 9,7%. El informe presentado por el supervisor bancario apunta que, a pesar de la caída de los gastos financieros, este “brusco” descenso es consecuencia de la fuerte contracción de la actividad, que motivó una “disminución muy pronunciada de la rentabilidad”. También señala que los gastos e ingresos atípicos, junto con los pagos por el impuesto sobre sociedades, “ejercieron un impacto negativo adicional sobre el resultado del ejercicio”, que llevaron a que este excedente presentara valores ligeramente negativos.

El resultado del ejercicio, expresado en porcentaje del valor añadido bruto (VAB), se situó en una cifra negativa del 0,4% al cierre del primer trimestre del año, en comparación con el 15% positivo contabilizado en el mismo período del año pasado. El resultado económico bruto descendió un 29,4% en el primer trimestre. Los ingresos financieros se redujeron “significativamente”, un 36,5%, por el “fuerte retroceso de los dividendos recibidos”, que se redujeron un 44,3%. Los gastos financieros cayeron un 17,5%, impulsados fundamentalmente por el descenso de los costes de financiación, y la cifra de negocios bajó casi un 12,5%, afectando tanto a las ventas realizadas en España como, en menor medida, a las exportaciones. El resultado neto final del trimestre para el conjunto de las empresas de la Central de Balances fue ligeramente negativo, un -0,4%, lo que no ocurría en la muestra desde 2002. La ratio de deuda sobre el activo neto se situó, al final del primer trimestre de 2020, en un 41,6%, casi medio punto por encima del dato registrado al cierre del ejercicio previo.

De este modo, una elevada proporción de compañías registraron déficits de explotación, lo que, junto con las inversiones en activos fijos y las amortizaciones de deuda, hizo que en el primer trimestre más de la mitad de las empresas presentasen necesidades de liquidez que llegaron a representar un 109% de su valor.

Tampoco fueron buenos -como era de esperar- los datos de empleo, que experimentaron una reducción trimestral del 0,5%, principalmente por el efecto más acusado de recorte de plantilla experimentado al cierre del trimestre. El documento del Banco de España apunta que la caída del empleo se concentró principalmente entre los trabajadores temporales, con un desplome del 9,4%, mientras que el personal fijo creció un 1,3% en el trimestre en comparación con el aumento del 0,9% del mismo período del año previo. Así, el porcentaje de empresas que destruyeron empleo, en términos de la media del trimestre, se elevó en más de 4,5 puntos porcentuales en comparación con un año antes, situándose casi en un 41%. El descenso del empleo se concentró en las ramas de información y comunicaciones, industria y de energía. La paralización de la actividad llevó también a reducir los gastos de personal aunque de forma muy leve, un 0,3%, como consecuencia de la desaceleración de las remuneraciones medias y de la caída del empleo, que descendió un 0,5% en media del primer trimestre.

En cuanto a las compras, disminuyeron un 15,4%, apreciándose una evolución similar tanto en las importaciones como en las compras nacionales, si bien en estas últimas el descenso fue algo menos acusado, pasando de suponer un 72,4% respecto al total de las adquisiciones a representar un 72,9% en el primer trimestre de 2020. La ratio de deuda sobre el activo neto se situó, al final del primer trimestre de 2020, en un 41,6%, casi medio punto por encima del dato registrado al cierre del ejercicio previo.