Economía
España, modelo de la ineficacia del «Estado grande» entre los países de la OCDE
Ocupa los últimos puestos entre las 21 naciones industrializadas analizadas por la consultora Freemarket, solo por encima de Italia, Portugal y Grecia. Derrochamos el 26% del gasto público
El sector público español es uno de los más ineficientes e ineficaces de la OCDE, según las conclusiones del estudio «El mito del Estado grande» elaborado por la consultora Freemarket, que encabeza Francisco Bernaldo de Quirós. De acuerdo con los índices de Eficacia del Sector Público (IESP) y Eficiencia del Sector Público (IEFSP), elaborados por esta consultora, España ocupa los puestos 18 y 15 respectivamente de entre los 21 países industrializados que analiza la muestra y que forman parte de la OCDE. La media española es un 14% inferior a la media de ese grupo, con una calificación general del 0,86, y sólo es superior a la de Italia, Portugal y Grecia. El estudio también recoge que España podría alcanzar el mismo nivel de Eficacia del Sector Público (IESP) empleando sólo el 74% del gasto público que el Estado gestiona en la actualidad para mantener/mejorar los servicios públicos.
La eficacia del sector público hace referencia a los resultados sociales y económicos obtenidos por aquel con unos determinados medios-recurso. Las puntuaciones del Indice de Eficacia del Sector Público (IESP) sugieren que las diferencias en el desempeño general del sector público en los 21 países no son muy grandes. En concreto, 13 de los 21 Estados tienen calificaciones entre 0,90 y 1,10, lo que indica que la mayoría de ellos se encuentran dentro del 10% de la media de eficacia general del sector público. Japón (1,17), Holanda (1,11), Noruega (1,11) y Austria (1,11) reciben las mejores valoraciones (están por encima de la media), mientras España (0,86), Portugal (0,85), Italia (0,83) y Grecia (0,81) las peores (están por debajo de la media).
Si se examina ese indicador, desagregado en sus diferentes elementos, España tuvo una eficacia por encima de la media en salud (1,10), en la media en infraestructuras (1,00), y situándose por debajo de la media en distribución del ingreso (0,95), en rendimiento y estabilidad económica –0,82 y 0,75 respectivamente–; en funcionamiento de la administración (0,74) y en educación (0,65).
Los datos empleados en este trabajo llegan hasta 2019, el último año del ciclo expansivo al que ha dado fin el shock de oferta y de demanda producido por la COVID-19 y se llega a una conclusión: el sector público español es de los más ineficaces e ineficientes de la OCDE, ya que los «output» del sistema (salvo en las variables de sanidad e infraestructuras) están por debajo de la media del resto de países analizados con un coste superior a la media.
Por otra parte, es interesante contemplar los países de referencia según el tamaño de sus Estados, medido por su ratio gasto público/PIB. Desde esta perspectiva puede extraerse que:
1. Los países con Estados pequeños (gasto público inferior al 40% del PIB) tienen una puntuación media del IESP de 1,06.
2. Los países con Estados medianos (gasto público entre el 40 y el 50% del PIB) tienen una puntuación media de 0,95.
3. Los países con Estados grandes (gasto público superior al 50% del PIB) tienen una puntuación media de 0,98 puntos En otras palabras, los sectores públicos en países con Estados pequeños son un 8% más eficaces que los de los países con Estados grandes y un 11% más que los países con Estados Medianos.
Poco eficiente
Por otro lado, el estudio mide la eficiencia (IEFSP) de los sectores públicos en los 21 estados de la OCDE de la muestra con la finalidad de determinar si los gobiernos derrochan o no el gasto público que administran y gestionan. España se encuentra en este punto en el puesto 15; por detrás quedan Portugal, Grecia e Italia, que ya eran los menos eficaces, y por otro Suecia, Finlandia y Francia que se encuentran entre los países con un Estado más grande de toda la OCDE. Los países más eficientes de la muestra son Japón, Irlanda y Suiza. Ningún estado tiene los niveles de eficiencia de su sector público dado el volumen de gasto empleado.
El Índice de EFSP en los otros 18 países se clasifica comparando la posición de cada uno con relación a la FPP (Frontera de Posibilidades de Producción). Cuanto más alejados están los países de la FPP, menos eficientes son sus sectores públicos. Por ejemplo, el de Grecia e Italia son extremadamente ineficientes porque tienen una puntuación en IESP mucho más baja que cualquier país en la FPP y gastan significativamente más como porcentaje del PIB que la mayoría de los demás. España también está dentro de la FPP debido a su relación gasto público/PIB superior a la de los Estados pequeños y a su bajo nivel de rendimiento; es decir, el sector público español se sitúa entre los de los seis Estados más ineficientes de la muestra de acuerdo con el indicador FPP.
España tiene una puntuación de EdE (Eficiencia de Entrada, que se refiere a cuánto menos podría gastar un país para alcanzar el mismo nivel de resultados). de 0,74, lo que significa que podría realizar las mismas funciones que atiende en la actualidad con un gasto público del 31% del PIB en lugar del 41,9% del PIB que mantuvo durante 2019. En España hay aproximadamente un 26% de «desperdicio» en los desembolsos del gasto del sector público, según el estudio.
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