Déficit del Estado
El coronavirus multiplica por cinco las “pérdidas” del Estado
El déficit se dispara hasta el 4,3% en el primer semestre, un registro peor que el de la crisis financiera
El coronavirus y la gestión que está haciendo el Gobierno de la pandemia han convertido las arcas públicas en un pozo sin fondo que no deja de engullir recursos y en el que apenas entran ingresos. El déficit del Estado en los seis primeros meses del año se ha multiplicado por cinco respecto al mismo periodo de 2019 y asciende ya a 48.767 millones de euros. Esto equivale al 4,3% del Producto Interior Bruto (PIB). Hace un año era de 10.346 millones y el 0,8% del PIB. Esto supone además superar los registros negativos para el primer semestre de la pasada crisis financiera. En 2009, al inicio de la crisis, el déficit acumulado entre enero y junio sólo alcanzó el 3,6%. Esta cifra subió hasta el 4% en el primer semestre de 2012, aún por debajo de los datos de 2020.
Este enorme agujero es fruto de un hundimiento de los ingresos del 14%, cuando los gastos, por el contrario, se han disparado un 24%. Así se desprende de los datos de ejecución presupuestaria del Ministerio de Hacienda, que señala que todos los datos están afectados por la declaración del estado de alarma y las numerosas medidas adoptadas por el Gobierno para la gestión de la pandemia con el objetivo de paliar los efectos sociales, económicos y laborales de la crisis. Hacienda explica la bajada de los recursos debido a la menor actividad económica como consecuencia de las medidas de confinamiento adoptadas para combatir el virus. El incremento del gasto lo justifica en el aumento de programas sanitarios, así como por las mayores transferencias corrientes a Seguridad Social y comunidades autónomas. Así, ese déficit de casi 50.000 millones de euros es fruto de unos ingresos a la baja de 81.018 millones y un gasto al alza de 129.785 millones.
Desplome de los impuestos
Los recursos impositivos, que representan el 81% de los ingresos, se sitúan en 65.837 millones, lo que supone una disminución del 18%. Retroceden casi todas las figuras tributarias, destacando el descenso del 18% del IVA, hasta los 33.634 millones. “Este comportamiento se debe al menor consumo por la caída de la actividad y a alguna de las medidas tomadas para combatir la pandemia como la aplicación del tipo cero en el IVA en los bienes sanitarios necesarios en la lucha contra el coronavirus”, dice Hacienda. Los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio descienden un 23,5%. El Impuesto sobre Sociedades baja un 10,6% y el IRPF un 28,7% como consecuencia, en gran parte, de las mayores entregas a cuenta, además del parón de la actividad.
Además de los datos del Estado del primer semestre, Hacienda publicó también el déficit hasta mayo de las administraciones públicas (excluyendo las corporaciones locales), que se situó en el 4,2% del PIB, con 47.009 millones de euros, frente al 1,31% del PIB del año pasado (16.349 millones de euros). Las comunidades autónomas moderaron su déficit al 0,08% del PIB por la mayor financiación del Estado, frente al desajuste del 0,36% del PIB de hace un año. Aquí se incluye el adelanto de la financiación del Estado vía anticipos a cuenta del sistema de financiación, el avance de hasta el 50% de la liquidación de 2018, la ejecución de los recursos del Plan Estatal de Vivienda y los ingresos recibidos del fondo extraordinario de prestaciones básicas, con un total de unos 6.900 millones de euros.
Todas las autonomías (salvo Madrid y Navarra) registran en mayo un comportamiento más positivo que hace un año. De hecho, nueve regiones logran superávit: Andalucía (0,01% del PIB), Aragón (0,08%), Asturias (0,19%), Canarias (0,77%), Castilla y León (0,04%), Extremadura (0,38%), Murcia (0,04%), La Rioja (0,37%) y País Vasco (0,51%), a las que se suma Cantabria, con equilibrio presupuestario. El resto siguen presentando déficit: Baleares (-0,02% del PIB), Castilla-La Mancha (-0,17%), Cataluña (-0,05%), Madrid (-0,46%), Navarra (-1,41%) y Comunidad Valenciana (-0,32%). En cuanto al impacto asociado al coste sanitario, las comunidades han informado de un impacto de 2.876 millones, encabezado por Madrid (695 millones) y Cataluña (603 millones).
Por su parte, los fondos de la Seguridad Social marcaron un déficit del 1,15% (casi 13.000 millones de euros), por el mayor gasto en prestaciones debido a la crisis. A estas alturas del año pasado, por el contrario, la Seguridad Social presentaba un saldo positivo de 3.600 millones. Los recursos se han reducido un 0,8% frente a los gastos no financieros que aumentan un 24,2%. En el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) se ha pasado en un año de un superávit de 1.500 millones a un déficit de 7.600 millones.
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