Vacaciones
8 consejos para utilizar el aire acondicionado del coche sin que se dispare el consumo de combustible
La temperatura ideal oscila entre los 21 y los 23 grados. Por debajo de esos límites, el consumo de combustible pueden incrementarse en un 30%
La posibilidad de ahorrar al ir de vacaciones siempre es bienvenida. Conseguir los billetes, el alojamiento o actividades a un precio reducido es una victoria más necesaria que nunca este verano. El turismo nacional se ha convertido en la mejor alternativa para ahorrar sin renunciar a las vacaciones. Los españoles plagan las carreteras españolas camino a sus destinos vacacionales y, aunque bajar las ventanillas y no encender el aire acondicionado es un buen método para ahorrar en combustible, no lo es tanto para combatir las altas temperaturas. Aparcar a la sombra y colocar parasoles son otros dos clásicos que contribuyen a mantener su coche protegido del calor. Sin embargo, durante trayectos de larga distancia el aire acondicionado resulta imprescindible para evitar mareos y somnolencia al volante.
La DGT recuerda que mantener dentro del vehículo una temperatura razonable garantiza un consumo moderado de combustible. Para conseguirlo, recoge ocho consejos elaborados por Confortauto Hankook Masters para poder utilizar el aire acondicionado o el climatizador del coche sin que se dispare el consumo de combustible.
1. Más vale prevenir que curar. Si quiere consumir el menor combustible posible al usar el aire acondicionado, el primer paso es evitar que el vehículo alcance elevadas temperaturas o, si eso ocurre, tratar de disminuir el calor antes de poner en funcionamiento el aire acondicionado. Un truco muy sencillo para rebajar de forma manual la temperatura del coche consiste en bajar la ventanilla de la parte trasera opuesta al conductor y abrir y cerrar la puerta del conductor varias veces. De esta forma, la temperatura bajará hasta diez grados de forma rápida.
2. Además, abrir ligeramente las ventanillas durante los primeros minutos del viaje contribuye a que salga antes el aire caliente.
3. No utilice el aire acondicionado con el motor apagado, ya que únicamente servirá para gastar combustible. El aire acondicionado enfría mejor mientras el vehículo está en marcha y, cuanto más rápido va el motor, más refrigerará.
4. Una vez alcanzada la temperatura deseada, es aconsejable activar la entrada de aire exterior. De esta forma, se reduce el consumo de combustible.
5. La temperatura razonable oscila entre los 21 y los 23 grados. Por debajo de esos límites, el consumo de combustible pueden incrementarse en un 30%.
6. Más allá de los primeros minutos de viaje, durante el resto del trayecto las ventanillas deben permanecer subidas para conservar el frío, contribuir a la aerodinámica del coche y de esta manera reducir el consumo de combustible. Si no se superan los 80 km/h (recomendable cuando se circula por ciudad) el aumento del consumo por conducir con las ventanillas bajadas apenas se nota. Sin embargo, cuando el coche supera los 110 km/h, lo mejor es subir las ventanillas y poner el aire acondicionado, para no reducir la aerodinámica del coche y disparar el consumo de gasolina o gasoil. Esto podría suponer un ahorro de 0,3 litros cada 100 kilómetros.
7. No poner trabas a la salida de aire. Un filtro sucio obstruirá la salida del aire y, por tanto, ralentizará el enfriamiento del vehículo y consumirá más combustible. Por ello, resulta imprescindible limpiar el filtro del aire y sustituirlo cuando sea necesario.
8. Es importante utilizar al aire acondicionado también en épocas de menos calor, como en invierno, para garantizar que el equipamiento funciona correctamente y está listo para afrontar la temporada estival.
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