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Opinión

Un balance económico desolador

La oferta de locales vacíos ha aumentado en Madrid
La oferta de locales vacíos ha aumentado en MadridConnie G. SantosLa Razón

El presidente del Gobierno hace balance global del año. Nosotros vamos a limitarnos a realizar un balance económico de este año 2020, que se acaba, y del conjunto de su mandato, desde que llegó a la presidencia del Gobierno. Es obvio que dicho balance económico se ve marcado por la existencia de la pandemia, pero es que la gestión del Gobierno de la misma ha derivado en una doble crisis, sanitaria y económica, sin precedentes y sin comparación posible con los países de nuestro entorno, por lo que la abrupta caída no se debe sólo al virus, sino a la forma de gestionarlo, al menos en una gran parte.

Los datos nos muestran un balance económico desolador. En el acumulado de 2020, la creación de empresas ha caído un 19,3%; el Índice de Producción Industrial lo ha hecho un 10,9%; la cifra de negocios de la industria cae un 13,5%; la actividad del sector servicios retrocede un 16,9%; el comercio minorista, plagado de cierres, disminuye un 7,6%; el número de viajeros, en el turismo, desciende un 66,8%, con una caída del 72,2% de las pernoctaciones.

El número de hipotecas de viviendas es un 7,6% menor; llega un 11,4% menos de inversión extranjera; hay 697.500 personas que han perdido su empleo y 508.500 parados más, mientras que el paro juvenil ha aumentado un 37,7%; el déficit se desboca ya en octubre camino de superar el doble dígito con el que cerrará el año de manera holgada, en su recorrido hacia el 13% ó 14%; y la deuda sube exponencialmente, con un incremento del 8,7% interanual, hasta superar los 1,3 billones, camino del 120% del PIB. Todo ello, con una caída del PIB que superará el 10% de forma clara -más cerca del 12% estará-, que interanualmente ha descendido en el segundo y tercer trimestre un 21,5% y un 8,7%, respectivamente.

Si el análisis se extiende al momento en el que Sánchez se aupó al banco azul en junio de 2018, los guarismos son todavía peores. Por poner sólo unos ejemplos, el PIB crecía al 2,3% interanual y ahora cae el 8,7%; las empresas creadas descienden un 16,3%; el número de viajeros es un 76,2% menor; se firma un 14,3% menos de hipotecas sobre viviendas; hay 599.182 parados registrados más; la deuda ha aumentado en 148.691 millones; y la inversión extranjera es 14.773,6 millones menor.

Este balance desolador muestra este panorama sombrío, con un Gobierno que venía a hacer propaganda y que ha demostrado que cuando hay que gestionar no está capacitado para ello. De ahí estos tristes datos, los peores de los países avanzados.