Crisis

Podemos pide ahora 8.000 millones en ayudas directas a la hostelería y el comercio, casi un año después del confinamiento

La rebelión de los hosteleros fuerza a los morados a pedir al Gobierno moratorias y un plan urgente de rescate del sector

La terraza de un bar vacía en Vigo
La terraza de un bar vacía en VigoSalvador SasEFE

Ha tenido que pasar casi un año desde el primer confinamiento para que Podemos, socio del Gobierno de Pedro Sánchez haya pedido inyectar 8.000 millones de euros en ayudas directas a la hostelería, el pequeño comercio y los autónomos, principalmente, siempre que acrediten una situación de “especial fragilidad”. Unidas Podemos parece haber despertado de la hibernación mientras muchos de sus votantes ven como sus negocios se van al traste por lo que ha remitido varias cartas a las titulares de los Ministerios de Industria, Comercio y Turismo, y de Economía, Reyes Maroto y Nadia Calviño, respectivamente, para exigir medidas de apoyo específicas que “garanticen” la solvencia del sector hostelero en particular, al ser “uno de los más directamente afectados por las restricciones”.

La rebelión de la hostelería ante los confinamientos y las restricciones, que está ahogando estos negocios en muchas regiones gobernadas por la izquierda, es una de las causas que ha forzado a Podemos a escuchar las demandas de este sector once meses después. Podemos demanda también la puesta en marcha de un “plan ambicioso” de ayudas directas, en coordinación con las comunidades autónomas, pequeñas y medianas empresas (pymes) y autónomos, “más si cabe teniendo en cuenta la importancia económica y social del sector de la hostelería, el pequeño comercio y otros sectores afectados por las restricciones en nuestro país”, añade en un comunicado recogido por Efe.

Las citadas ayudas directas, según Unidas Podemos, tendrían carácter retroactivo y se prolongarían hasta final de este año, con carácter mensual y con una “tramitación ágil”. El plan se basa en la creación de un “fondo mixto” con una dotación inicial de 8.000 millones con dos tramos, uno estatal y otro autonómico, de 4.000 millones cada uno.

Las ayudas directas para las empresas de menos de 50 trabajadores se otorgarían, según el plan, a aquellas que acrediten una caída del 30 % en el volumen de facturación respecto al mismo mes de 2019 y recibirían una ayuda extraordinaria para cubrir el 75 % de los costes fijos en los que estén incurriendo, descontando aquellos costes fijos que hayan sido sufragados por otras ayudas. El porcentaje se elevaría hasta el 90% para las micropymes. Asimismo, propone una moratoria de 12 meses de suspensión de obligaciones sin intereses de demora.