Indignación en Labaqua por casos de corrupción de directivos de Suez

Más de un centenar de trabajadores de Labaqua han asistido a la reunión que el comité de empresa de la compañía ha celebrado para informar a los empleados de las consecuencias de la reducción de empleo en el laboratorio. Según el pacto entre los dos gigantes galos, los trabajadores de la empresa podrían ir a la calle, contrariamente a lo que ocurrirá con los trabajadores franceses, que tienen garantizada la estabilidad laboral por más de cuatro años.

CC OO ha pedido al cónsul de Francia que medie con el Ejecutivo francés para evitar la desaparición de la empresa. Los sindicatos temen que la medida de suprimir la plantilla y, por tanto, la extinción de la compañía, esté en manos de directivos de Suez salpicados por episodios de corrupción y apuntan también al escándalo del caso Mestraillet, el mediador que cobró 10 millones de euros por la fusión de Veolia y Suez y al que, según apuntan en medios franceses, propuso el ministro de Finanzas galo.

El caso de Gérard Mastraillet ha unido a los sindicatos franceses y españoles en su indignación. El conocimiento de que cobró esos 10 millones por mediar en el pacto Veolia-Suez ha puesto las espadas en alto, máxime en España, donde la fusión de los dos gigantes galos puede llevarse por delante más de un centenar de empleos de la gran perjudicada de la operación, la compañía de innovación Labaqua.

Fuentes sindicales critican los escandalosos honorarios de este mediador por liquidar el grupo mientras se destruye empleo en la fusión y sospechan de la intervención de personas de Suez salpicadas por casos de corrupción. En este sentido, relacionan a Ana Girós, una española procedente de Alstom. La directiva de Suez ha sido investigada en un proceso administrativo en el que la compañía fue sancionada por el Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil, el organismo de defensa de la competencia, por su papel en el llamado «Cartel de los Trenes», donde junto a otras compañías, amañaron licitaciones.

Documentos incautados en Alstom, intercambiados entre Girós y otros responsables de la corporación, revelan los intentos de esta de «presionar» a compañías para que se retiraran de una licitación en Brasil. «Antes de Navidad me reuní con Temoinsa. Temoinsa aceptaría desmontar la serie 2000 bajo ciertas condiciones (precio de las piezas de la serie 2070, continuidad en 4 años (…)», señala en el mail incautado. «Marco Conn intentó validar el acuerdo de Tejofran pero han indicado que no están de acuerdo.

Temoinsa está de acuerdo en tener una reunión con Tejofran en São Paulo para hacer que Tejofran cambie de opinión», concluye el mail, incorporado a la investigación en la que Girós fue imputada por su papel en el llamado «Cartel de los Trenes». Alstom fue sancionada por el Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil, el organismo de defensa de la competencia, por estos hechos.

Fuentes sindicales han expresado su inquietud porque «este ejemplo de directivos sean los que tomen la decisión de desmantelar Labaqua. Su ejemplo no es el mejor para adoptar medidas de supervivencia de empresas rentables y con una reputación demostrada como es Labaqua», señalan. Sus trabajadores podrían ir a la calle, contrariamente a lo que ocurre con los empleados de compañías francesas.