¿Quién gana y quién pierde con los altos precios de la luz?

Con el precio del megavatio hora anclado por encima de los 90 euros y con picos superiores a los 100 y una factura para el cierre de mes que se espera récord y que podría oscilar entre los 85 y los 90 euros de media, según las organizaciones de consumidores, el Gobierno se ha lanzado a revisar la fiscalidad para evitar que la subida de la luz, ajena a los generadores y distribuidores, le estalle. Y es que hasta el propio Gobierno de coalición ha admitido que la escalada eléctrica se debe al aumento de los precios de las materias primas (el gas de los ciclos combinados) y los derechos de emisión de CO2, que han duplicado su precio tensionando a su vez el precio final de generación de los ciclos y que, por tanto, es ajena a los generadores de energía.

Si el el coste de energía representa el 27% de la factura de los clientes residenciales y los costes no relacionados con el suministro (impuestos, recargos y otros) supone casi el 60% del recibo, ¿quién gana y quién pierde con los elevados precios de la electricidad?

Ganadores

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, lo ha dejado claro en la junta general de accionistas: “Hacienda”. Y es que el Estado prevé recaudar 9.000 millones de euros este año (2.700 millones más que en 2020). Y los “beneficios fiscales caídos del cielo” provienen de varios frentes: el 21% de IVA sobre la factura final, uno de los mayores de Europa; el 5,1% que pagan los usuarios por la energía consumida; los mayores ingresos por el impuesto a la producción, el 7% que pagan los generadores, y la mayor recaudación por el importe de las subastas de derechos de CO2, no menos de 1.000 millones adicionales.

Pero pese a la subida, unos 20 millones de clientes no se ven impactados por la evolución de los precios, al tener contratada su electricidad en el mercado libre a precio fijo con duración de un año o superior y que representan el 90% de la energía consumida, según estimaciones del sector.

Perdedores

Los pequeños consumidores que están en el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC, la tarifa por defecto fijada por la ley) y que suponen 11 millones de clientes y 10% de la energía consumida. En su caso, al afectarles las oscilaciones de precios aumenta también su carga impositiva en la factura, por lo que pagarán mucho más (la luz supone solo el 27% de la factura de los clientes residenciales. El 60% son impuestos, recargos y otros costes que nada tienen que ver con el suministro.

Pero también salen perjudicadas cerca de 1.000 empresas productoras y comercializadoras de electricidad, que venden a precio fijo al cliente del mercado libre tienen mayores gastos por la mayor carga impositiva derivada de los mayores precios del Pool diario sobre los que se fija el impuesto del 7% y otras cargas y tasas.